Lo último de GRAIN

¿Adónde nos lleva la Bioseguridad?

En todo el mundo, los procesos de formulación de leyes nacionales de bioseguridad están cada vez más desligados de la gente a la cual se supone deben servir. Lo habitual es que la elaboración de las leyes ocurra a puertas cerradas, entre elites locales y “expertos” extranjeros pertenecientes a los grupos de poder de la ingeniería genética, y con las empresas por ahí cerca para maniobrar la discusión. Mientras tanto, las comunidades rurales, que son quienes corren mayor riesgo con la introducción de los cultivos transgénicos, quedan completamente al margen de los procesos.

En todo el mundo, los procesos de formulación de leyes nacionales de bioseguridad están cada vez más desligados de la gente a la cual se supone deben servir. Lo habitual es que la elaboración de las leyes ocurra a puertas cerradas, entre elites locales y “expertos” extranjeros pertenecientes a los grupos de poder de la ingeniería genética, y con las empresas por ahí cerca para maniobrar la discusión. Mientras tanto, las comunidades rurales, que son quienes corren mayor riesgo con la introducción de los cultivos transgénicos, quedan completamente al margen de los procesos.

El tratado de semillas de la FAO: de los derechos de los agricultores a los privilegios de los obtentores

El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura –a veces denominado en forma abreviada como el ”tratado de semillas”— fue adoptado por los estados miembros de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en 2001 y entró en vigor en 2004. En este momento, los gobiernos que lo firmaron están elaborando los detalles acerca de cómo aplicar el Tratado, en especial las normas sobre acceso a los materiales genéticos asignados al sistema multilateral y las condiciones de un acuerdo de transferencia de material asociado a todos los intercambios de semillas. Alejado de sus raíces de luchar por afirmar los derechos de los agricultores como contraposición a los derechos de los obtentores, el Tratado se refiere principalmente al otorgamiento de privilegios nuevos para la industria semillerista. Le dará a las compañías privadas libre acceso a la mayoría de las colecciones mundiales de germoplasma público, sin obligación alguna de compartir a cambio sus propios materiales. En consecuencia, las variedades de cultivos que desarrollen serán suyas y podrán venderlas y lucrar con ellas, en la mayoría de los casos sin restricción alguna que obligue a las compañías a compartir las ganancias devengadas.

El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura –a veces denominado en forma abreviada como el ”tratado de semillas”— fue adoptado por los estados miembros de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en 2001 y entró en vigor en 2004. En este momento, los gobiernos que lo firmaron están elaborando los detalles acerca de cómo aplicar el Tratado, en especial las normas sobre acceso a los materiales genéticos asignados al sistema multilateral y las condiciones de un acuerdo de transferencia de material asociado a todos los intercambios de semillas. Alejado de sus raíces de luchar por afirmar los derechos de los agricultores como contraposición a los derechos de los obtentores, el Tratado se refiere principalmente al otorgamiento de privilegios nuevos para la industria semillerista. Le dará a las compañías privadas libre acceso a la mayoría de las colecciones mundiales de germoplasma público, sin obligación alguna de compartir a cambio sus propios materiales. En consecuencia, las variedades de cultivos que desarrollen serán suyas y podrán venderlas y lucrar con ellas, en la mayoría de los casos sin restricción alguna que obligue a las compañías a compartir las ganancias devengadas.

Entrevista a Jack Kloppenburg

Jack Kloppenburg es Profesor de Sociología Rural en la Universidad de Wisconsin - Madison en los EE.UU. Es muy conocido por sus análisis de los impactos sociales emergentes de la biotecnología, y por su labor en la controversia global sobre acceso y control de la biodiversidad. Su libro recientemente actualizado y reeditado "First the Seed: The Political Economy of Plant Biotechnology" ("Primero la Semilla: La Economía Política de la Biotecnología Vegetal") está considerado como un aporte fecundo en este campo. Este trabajo fue clave en el despertar de muchas personas respecto de las implicaciones sociales de la biotecnología (inclusive para algunos de nosotros en GRAIN), particularmente en lo concerniente al sistema alimentario.

Jack Kloppenburg es Profesor de Sociología Rural en la Universidad de Wisconsin - Madison en los EE.UU. Es muy conocido por sus análisis de los impactos sociales emergentes de la biotecnología, y por su labor en la controversia global sobre acceso y control de la biodiversidad. Su libro recientemente actualizado y reeditado "First the Seed: The Political Economy of Plant Biotechnology" ("Primero la Semilla: La Economía Política de la Biotecnología Vegetal") está considerado como un aporte fecundo en este campo. Este trabajo fue clave en el despertar de muchas personas respecto de las implicaciones sociales de la biotecnología (inclusive para algunos de nosotros en GRAIN), particularmente en lo concerniente al sistema alimentario.

Monsanto y las regalías semilleras en Argentina

O cómo las corporaciones continúan imponiendo sus pretensiones para aumentar sus ganancias con la complicidad de los gobiernos Una comedia dramática en tres actos (por ahora) Detrás de las grandes promesas de “transferencia tecnológica” y “alimento para el mundo” yace una brutal verdad: las corporaciones como Monsanto están preocupadas solamente por sus propias ganancias. No están ofreciendo semillas genéticamente modificadas (GM) al Sur por caridad. Quieren apoderarse del mercado de semillas y obtener de los agricultores tanto como puedan - lo cual aún en los países pobres puede ser mucho-. La fórmula parece ser la siguiente: apuntar hacia los cultivos que más dinero generan (algodón, soja, maíz, etc), encontrar un punto de acceso, contaminar el suministro de semillas y luego asumir el control. Argentina, el primer país fuera de los Estados Unidos que comenzó a plantar cultivos GM, es un ejemplo de la aplicación de esta fórmula. Pero el mismo modelo está siendo reproducido en todo el mundo, como por ejemplo el algodón GM en la India y en África Occidental. La historia de lo que ocurrió en Argentina debería servir como severa advertencia de lo que sucede cuando la agricultura transgénica hecha raíz.

O cómo las corporaciones continúan imponiendo sus pretensiones para aumentar sus ganancias con la complicidad de los gobiernos Una comedia dramática en tres actos (por ahora) Detrás de las grandes promesas de “transferencia tecnológica” y “alimento para el mundo” yace una brutal verdad: las corporaciones como Monsanto están preocupadas solamente por sus propias ganancias. No están ofreciendo semillas genéticamente modificadas (GM) al Sur por caridad. Quieren apoderarse del mercado de semillas y obtener de los agricultores tanto como puedan - lo cual aún en los países pobres puede ser mucho-. La fórmula parece ser la siguiente: apuntar hacia los cultivos que más dinero generan (algodón, soja, maíz, etc), encontrar un punto de acceso, contaminar el suministro de semillas y luego asumir el control. Argentina, el primer país fuera de los Estados Unidos que comenzó a plantar cultivos GM, es un ejemplo de la aplicación de esta fórmula. Pero el mismo modelo está siendo reproducido en todo el mundo, como por ejemplo el algodón GM en la India y en África Occidental. La historia de lo que ocurrió en Argentina debería servir como severa advertencia de lo que sucede cuando la agricultura transgénica hecha raíz.

Sentido y origen del ALCA

Profesor del Área de Economía Política de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabajo realizado para GRAIN et publicado por REDES - Amigos de la Tierra Uruguay.

Profesor del Área de Economía Política de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabajo realizado para GRAIN et publicado por REDES - Amigos de la Tierra Uruguay.

Tratados Bilaterales de Inversión: ¿Agentes de nuevas normas mundiales para la protección de los derechos de propiedad intelectual?

Este estudio de las consecuencias de los tratados bilaterales de inversión y de los acuerdos de libre comercio con capítulos sobre inversiones, en lo que se refiere a las normas internacionales para la protección de los derechos de propiedad intelectual, fue encomendado por GRAIN como investigación independiente. GRAIN pone este estudio a disposición pública, a través de su página Web, como un recurso para profundizar en la investigación y el análisis.

Este estudio de las consecuencias de los tratados bilaterales de inversión y de los acuerdos de libre comercio con capítulos sobre inversiones, en lo que se refiere a las normas internacionales para la protección de los derechos de propiedad intelectual, fue encomendado por GRAIN como investigación independiente. GRAIN pone este estudio a disposición pública, a través de su página Web, como un recurso para profundizar en la investigación y el análisis.