Entre 44% y 57% de todas las emisiones de gases con efecto de invernadero (GEI) provienen del sistema alimentario global Deforestación: 15-18%. Antes de comenzar a plantar, los trascavos desmontan. En todo el mundo, la agricultura industrial se mete en las sabanas, los humedales y los bosques roturando enormes cantidades de tierra. La FAO dice que expandir la frontera agrícola es responsable de 70-90% de la deforestación mundial, de la cual no menos de la mitad ocurre por producir un puñado de mercancías agrícolas de exportación. La agricultura industrial es responsable de entre 15 y 18% de las emisiones de GEI por la deforestación que promueve. Procesos agrícolas: 11-15%. Es común reconocer que los procesos agrícolas en sí mismos contribuyen con 11-15% de todos los GEI producidos globalmente. La mayoría de esas emisiones resultan del uso de insumos industriales —fertilizantes y plaguicidas químicos—; de la gasolina para echar a andar tractores y maquinaria de irrigación; y del exceso de excremento generado por la cría intensiva de animales. Transporte: 5-6%. En los hechos, el sistema alimentario industrial actúa como agencia mundial de viajes. Los ingredientes empleados en los piensos animales pueden cultivarse en Argentina para alimentar pollos que son exportados de Chile a China para ser procesados y eventualmente consumidos en un McDonald's en Estados Unidos. Mucha de nuestra comida, producida en condiciones industriales en lugares lejanos, viaja miles de kilómetros antes de arribar a nuestro plato. Podemos calcular (de un modo conservador) que el transporte de alimentos es responsable de una cuarta parte de las emisiones de GEI relacionadas con la transportación, es decir 5-6% del total de las emisiones globales de GEI. Procesamiento y empacado: 8-10%. Procesar es un paso sumamente rentable de la cadena alimentaria industrial. La transformación de los alimentos en platillos listos para consumir, en bocadillos, botanas y bebidas requiere un enorme monto de energía, sobre todo en forma de carbono. Lo mismo ocurre con el empacado y el enlatado de estos alimentos. Procesar y empacar permiten que la industria alimentaria retaque los anaqueles de los supermercados y las tiendas de conveniencia con cientos de formatos y marcas diferentes, lo que genera una enorme cantidad de emisiones de gas con efecto de invernadero: entre 8 y 10% de las emisiones totales. Refrigeración y venta al menudeo: 2-4%. La refrigeración es el pivote de los modernos sistemas globales de procuración y distribución de alimentos en supermercados y cadenas de comida chatarra. Doquiera que vaya el sistema alimentario industrial, ahí va también la “cadena de frío”: [la cadena de suministro a temperatura controlada]. Si el enfriamiento es responsable de 15% de todo el consumo de energía a nivel mundial, y dado que las fugas de los refrigerantes químicos son una fuente importante de GEI, podemos decir que la refrigeración de los alimentos da cuenta de 1-2% de todas las emisiones de gases con efecto de invernadero. La venta al menudeo de dicha comida da cuenta de otro 1-2%. Desperdicio: 3-4%. El sistema alimentario industrial descarta casi la mitad de toda la comida que produce. La va tirando en el largo viaje de las fincas a las bodegas intermediarias, entre éstas y los procesadores, hasta llegar al comercio al menudeo y los restoranes. Mucho de este desperdicio se pudre en las pilas de basura y los rellenos sanitarios, produciendo montos sustanciales de GEI. Entre 3.5 y 4.5% de las emisiones globales de GEI proceden de los desperdicios, y más de 90% de éstos los producen materiales y sustancias originados en el sistema alimentario.