Nosotros y nosotras, jóvenes campesinos y campesinas de Latinoamérica, nos encontramos “alguna vez” en un momento histórico del despertar de los pueblos y en un espacio de intercambio al cual se le denominó IALA (Instituto Agroecológico Latino Americano). Todos y todas llegamos con la idea de poder estudiar en este lugar, ya que en nuestros países de origen no teníamos la oportunidad de hacerlo. Nos dijeron que teníamos que llegar a construir la Universidad Campesina, y hay quienes creímos que se trataba de pegar ladrillos; con el tiempo entendimos que se trataba de eso y más, se trataba de construir colectivamente la educación nuestra para campesinos y campesinas.En esos tiempos luchamos por la construcción de una biblioteca para dotarla de buenos libros y materiales para el estudio. En esos días llegaban ejemplares donados de varias partes y en varias ocasiones los educadores y coordinadores llegaban con la revista Biodiversidad, Sustento y Culturas. Si no me equivoco, era como el número 69 o 70 de la revista. Varios de los temas los estudiamos, fueron tema de reflexión y entendimiento sobre el manejo de las semillas en manos campesinas, los efectos del cambio climático en nuestras comunidades, la importancia de diversificar la producción y continuar produciendo nuestros propios alimentos. La revista fue herramienta de consulta para nuestros estudios. ¡Pero algo que nos llena el espíritu y que nunca imaginamos es el hecho de poder compartir hoy día nuestras experiencias y proyecciones con este artículo en la revista! Y entender que, así como nosotros crecimos con ella, hoy día seguramente habrá más jóvenes, mujeres y hombres, que desde cada IALA o proceso de formación leerán estos artículos y cosecharán algo de nuestros frutos como organizaciones campesinas de la CLOC. Como organización agradecemos este espacio para compartir nuestro hacer. Tenemos enfocada nuestra esperanza en que la protección de nuestra biodiversidad y multiculturalidad serán elementos fundamentales para alcanzar la unidad de los pueblos, la reforma agraria y la soberanía alimentaria...Uno de los avances más importantes de la CLOC se encuentra en la formación. Las organizaciones campesinas de Latinoamérica han logrado generar nuevos liderazgos y mayores estrategias de movilización para impedir que la lógica del capital financiero internacional se introduzca en la agricultura, imponiendo modelos productivos que atentan contra el campesinado y sus culturas. Esto se ha logrado a partir de establecer procesos formativos con pedagogías que fomentan una nueva forma de ser hombres y mujeres, entendiendo que se pueden mejorar las condiciones de vida en el campo, a partir de la defensa y arraigo de los territorios. Aprendiendo a convivir en comunidad y afianzarse en la agroecología, como estrategia para conservar los diversos modos de producción locales que apuntan al enfriamiento del planeta y reducir la vulnerabilidad ante la dependencia de las dinámicas cambiantes del mercado.Crear Universidades Campesinas es fundamental para fomentar los cambios. Como Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo hemos venido identificando los factores que afectan nuestra agricultura y cómo esto influye en los problemas de distribución de la riqueza. Por ello consideramos necesario seguir estableciendo estrategias que faciliten la autodeterminación de los pueblos, fomentando la identidad cultural campesina, indígena, afrodescendiente y de otras personas que trabajen en las zonas rurales. Se tiene muy presente la lógica actual de los gobiernos que legislan a favor de los intereses del agronegocio y el mercado en general, se ve la necesidad de trabajar en función de fortalecer los mercados locales y que éstos se conviertan en escenarios de aprendizaje para las poblaciones y en especial la juventud. También es importante estudiar mecanismos para incidir en la legislación a nivel local e internacional con el fin de lograr los escenarios políticos necesarios en favor de nuestras formas de vida.Vemos la necesidad de afianzar la agroecología en nuestros territorios, lo que se ha venido logrando gracias a unas buenas “semillas criollas” que se han plantado en cada territorio. Estas semillas criollas se consiguieron a partir de un largo recorrido en los procesos de formación popular de nuestras organizaciones; como campesinos, campesinas, sabemos que para escoger una buena semilla tenemos que escoger las mejores plantas, las que tengan los mejores frutos y después de cosecharlas generar las mejores condiciones para conservarlas. Esta lógica la hemos aplicado en nuestras escuelas de formación y ha sido un proceso enriquecedor en que se han determinado necesidades, aciertos y desaciertos que nos llevaron a crear espacios de formación para jóvenes donde se adquieren destrezas para el trabajo con las comunidades desde una visión humanista y constructora de verdades colectivas. Hoy tenemos nueve Institutos Agroecológicos Latinoamericanos ubicados en Brasil, Paraguay, Argentina, Chile, Colombia, Venezuela y Centroamérica. Con ellos se han logrado tener avances en lo que corresponde a la construcción de la soberanía alimentaria, ya que desde el 2012 se han venido graduando jóvenes campesinas y campesinos en agroecología, aportando en las luchas de nuestras organizaciones locales.Con los resultados que se han obtenido en los últimos años, se considera fundamental el proceso de educación que se desarrolla con la juventud desde estos institutos que articulados funcionan como IALA, la Universidad Campesina de Latinoamérica, donde se estudian, bajo pedagogías críticas, temas relacionados con la capacidad que tiene el campesinado para enfriar el planeta, a partir de su lógica productiva que defiende a la madre tierra. A su vez se brindan elementos participativos para aclarar por qué es necesario crecer en comunidad bajo una ética que contribuya a transformar las relaciones para construir una pedagogía de PAZ. Estos últimos elementos son una base fundamental para hacer que la reciente declaración sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales, se convierta en una realidad en los territorios a partir del cambio en las formas de relacionarnos en las comunidades.El funcionamiento del IALA como Universidad Campesina de Latinoamérica fomenta cambios paulatinos que garantizan el retorno y permanencia de la juventud campesina en nuestros territorios, ya que el método de educación que se practica en cada Instituto inspira en la juventud el arraigo a los territorios de origen, a partir de un proceso pedagógico que apunta a la construcción de un pensamiento crítico que permita reconstruir la identidad campesina en la juventud. Con ello se comprende que la educación dentro de la Universidad Campesina no está diseñada para generar fuentes de empleo para programas de extensión: la educación en la Universidad Campesina de Latinoamérica está encaminada para que las poblaciones rurales puedan generar procesos de autodeterminación que les ayuden a conquistar y defender la soberanía alimentaria y la reforma agraria integral y popular. Egresados y egresadas del IALA trabajan como precursores del trabajo colectivo organizado, haciendo de las poblaciones campesinas las principales protagonistas. El método de formación del IALA como Universidad Campesina. Para pensar en el método de formación es fundamental buscar la raíz del por qué nos formamos en agroecología. Se podría pensar en fomentar o impulsar la autodeterminación de los pueblos, y a partir de ahí abordaríamos la pregunta: ¿cómo formar para la autodeterminación? Sin lugar a dudas vuelan varias ideas. Nosotros, nosotras logramos responder la pregunta con acciones que van encaminadas a una educación más nuestra. Este tipo de educación se hace a partir de generar un pensamiento crítico y sistémico del entorno; esto quiere decir que cada persona debe analizar integralmente los factores políticos, técnicos, económicos, culturales o territoriales que posibilitan o no el desarrollo de una producción agroecológica. Con estos elementos se logra alimentar un pensamiento crítico y estratégico frente a las acciones colectivas que hay que encaminar para mejorar las condiciones de vida en el campo y la ciudad.El método, de manera general, está planteado para que los educandos de esta Universidad puedan desarrollar destrezas a partir del trabajo en comunidad. Una estrategia formativa fundamental es la ALTERNANCIA, que consiste en brindar a educandas y educandos elementos teóricos con acompañamiento en centros de formación por periodos intermitentes; luego de recibir y analizar los elementos teóricos se dirigen a sus comunidades a realizar prácticas y trabajos agroecológicos. En este ejercicio desarrollan estrategias bajo la Metodología de Campesino a Campesino (herramienta que fomenta el diálogo de saberes) para el trabajo colectivo y fomentan la participación equitativa de mujeres y hombres en la toma de decisiones. Esta formación y el ejercicio pedagógico en las comunidades, ayuda a cambiar paradigmas como el del extensionismo rural y le brinda otra connotación al trabajo de asesoría o acompañamiento técnico a campesinos, lejos de los paquetes tecnológicos de semillas e insumos del agronegocio.La niñez y la adolescencia en el quehacer de la formación agroecológica. La propuesta formativa de los IALAs trasciende el entorno estudiantil. Con la Pedagogía de la Alternancia y la Metodología de Campesino a Campesino se logra que las comunidades de los diversos territorios se interesen por los procesos de formación agroecológica. Es en estos espacios que la participación de niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres cobra importancia. Esto se debe a que los niños parten de un principio fundamental de la formación: las preguntas constantes del porqué de las cosas. Niños y niñas se cuestionan continuamente el por qué somos así y por qué actuamos como actuamos. Esto sin lugar a dudas llena de armonía los espacios formativos y plantea la idea de que en el campo y la ciudad se requiere un intercambio generacional constante y no un relevo generacional, hace ver a cada integrante de la comunidad (sin importar su edad o su género) como protagonista para participar y contribuir en los cambios.La participación de la mujer en los procesos de formación agroecológica. En todos los IALAs se estudia y materializa el papel de la mujer en la toma de decisiones dentro de las comunidades. Se plantea una propuesta metodológica organizativa que permite la participación equitativa entre hombres y mujeres. Esta estructura organizativa para el funcionamiento de la Universidad Campesina pone en cuestión y estudio la violencia hacia las mujeres. Aún mejor, existe en Chile el IALA de Mujeres “Sembradoras de Esperanza”. Un espacio de formación político-técnica para las mujeres del Campo. También tenemos el IALA “María Cano” que lleva el nombre de una de las primeras mujeres que impulsó las luchas agrarias en Colombia y esto implica un desafío en la forma de educar impulsando la participación de hombres y mujeres inspirados en el legado de esta mujer combativa.Promover y ratificar la unidad campo-ciudad y la integración regional. Hasta el momento sólo hemos comentado la importancia que tiene el IALA como Universidad Campesina de Latinoamérica para fomentar los cambios en el campo. Es importante mencionar que la formación de jóvenes dentro de estos institutos contribuye también a generar otras lógicas en la ciudad, ya que hay quienes estudian en el IALA que provienen de zonas urbanas. Algunas personas llegan con actitudes adquiridas en zonas urbanas conflictivas.Esta realidad urbana no está alejada de algunas realidades conflictivas rurales que tenemos en Latinoamérica y de igual forma llegan jóvenes rurales afectados por problemas de conflicto armado o conflictos ocasionados por el embate del monocultivo; en la ciudad la gente joven crece con distintos estereotipos que se mueven en el espectro de la ‘rebeldía’ y la ‘esperanza’, constantemente se ven influenciados por distintos paradigmas culturales que resultan en una crisis de identidad. El IALA como universidad campesina ayuda a los y las jóvenes a encauzar rebeldías y fijar sus esperanzas en proyectos de vida dentro y con sus comunidades, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida. Una experiencia concreta en Latinoamérica la encontramos en la Unicam “Suri Mocase” en Argentina y el IALA “María Cano” en Colombia, ambos ejemplos concisos de cómo se puede contribuir en la formación de la juventud potenciando la capacidad de sentir, hablar y pensar.A su vez, los y las jóvenes de la ciudad pasan por un proceso de formación que logra sensibilizar y alimentar la conciencia a partir de entender la dinámica del campesinado y la interacción con la naturaleza, y que esta misma dinámica contribuye en la producción de alimentos para la ciudad, generando procesos de sensibilización entre poblaciones rurales y urbanas para trabajar en pro de necesidades conjuntas.En cuanto a la Interacción regional, los IALAs, continuamente se articulan con encuentros y tareas educativas encaminadas a velar por los derechos campesinos. Esto obliga a fijar objetivos comunes que decantan en planes de formación y propuestas metodológicas ajustadas a la realidad y a las necesidades educativas de nuestros territorios, enfocando la lucha por un modelo de vida alternativo, sustentable y solidario que contribuya a reducir la crisis climática, fortalezca nuestros procesos de formación política e ideológica, cultural, histórica, metodológica y popular, y establezca estrategias para combatir el hambre, la pobreza, el éxodo rural o el envejecimiento de la población campesina. Nos formamos para la autodeterminación y luchamos por sociedades democráticas y participativas, libres de explotación, discriminación, opresión y exclusión de las mujeres y la juventud.Perspectivas a futuro. “Los Institutos Universitarios Latinoamericanos de Agroecología (IALA), ahora son una necesidad que nace del movimiento social aglutinados en la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina”, dijo Fausto Torres en 2018.La Universidad Campesina Latinoamericana es una propuesta biodiversa, pues cada IALA tiene su particularidad según su entorno cultural, condiciones históricas diversas, los ecosistemas e incluso biomas distintos; para ser más específicos podemos hablar del IALA “Guarany” en Paraguay, que se caracteriza por la defensa de la agricultura campesina en medio de la amenaza del monocultivo de soja y maíz; allí los campesinos guaraníes luchan por defender su cultura, sus tierras e idioma.La Universidad Campesina “Unicam-Suri” en Argentina se encuentra en tierra de artesanos campesinos y se caracteriza por afianzar los vínculos entre campo y ciudad a partir de procesos de formación colectiva de jóvenes. El IALA “Amazónico” y la Escuela Latinoamericana de Agroecología ELAA en Brasil se forman en un entorno de lucha por la tierra y la conservación del Bioma Amazónico; el IALA “Paulo Freire”, el primer IALA, en Venezuela, plantea la consolidación de un modelo económico basado en la producción campesina agroecológica y la construcción y lucha por la reforma agraria como estrategia para defender el pensamiento independentista heredado por el libertador de América, Simón Bolívar. El IALA “María Cano” en Colombia que germina en medio de un proceso de PAZ y plantea la formación agroecológica como herramienta fundamental para la materialización de los derechos campesinos a partir de una pedagogía de PAZ, logra formar jóvenes para fortalecer la organización campesina; el IALA “Sembradoras de Esperanza” en Chile es un faro que guía la lucha y el papel que deben desempeñar las mujeres campesinas en Latinoamérica, el IALA “Ixim Ulew” está en Centroamérica, Tierra del Maíz, cuna de civilizaciones que prosperaron y hoy día resisten gracias a la agricultura y el desarrollo de cosmovisiones que plantean otras formas de pensarnos la vida en armonía con la naturaleza. Estas instituciones en diversas regiones con distintas experiencias enriquecen de conocimientos y prácticas el quehacer de campesinos y campesinas en Latinoamérica, consolidando de esta manera pluricultural La Universidad Campesina de Latinoamérica. Poco a poco germinan nuevas propuestas de formación agroecológica en cada región, en cada país. El objetivo a futuro es hacer que la propuesta formativa con agroecología llegue a la mayor parte de jóvenes, niños, hombres y mujeres que desean mejorar sus vidas, creyendo que desde el campo se pueden construir los cambios para constituir un modelo económico sostenible impulsado por la autodeterminación de las comunidades. lFuentes:Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y JuventudPrint version ISSN 1692-715X On-line version ISSN 2027-7679Rev.latinoam.cienc.soc.niñezjuv vol.1 no.1 Manizales Jan./June 2003https://www.youtube.com/watch?v=K19Slde9y5Ihttps://IALAguarani.wordpress.com/acerca-de/https://www.facebook.com/IALAMARIACANO/