Biodiversidad 105 / 2020-3

Con la pandemia, la incertidumbre ha cubierto con su manto todo lo que hacemos, nuestras esperanzas y las expectativas de tanta gente en el planeta. De pronto, parecemos estar sin posibilidad de remontar los muros, parecemos estar atrapadas, atrapados, en el tiempo de los relojes que marcan las premuras, mientras las muertes crecen y las palabras no alcanzan. Muchas personas, sobre todo en la ciudad, se sienten aprisionadas por la soledad, sin ver una salida posible. Tenemos, nos dicen, que respetar la nueva normalidad, la apertura sin cortapisas, “y que muera quien tenga que morir”. Así nos vomitan los funcionarios de varios gobiernos. Pese al manto con que nos cubre la avasalladora nueva “normalidad”, las semillas, los saberes que son y encarnan semillas, que se ejercen como semillas, logran vez tras vez, ciclo a ciclo, brotar, florecer, brindarnos frutos, y son una de nuestras fuerzas de resistencia más antiguas, y con más potencialidad de futuro. Foto de portada: Viviana Sánchez-Prada