Tax Justice Network ▪ Forum Syd Kenya ▪ GRAIN ▪ Anywaa Survival Organisation ▪ South Indian Coordination Committee of Farmers Movements Boletín de Prensa 9 de octubre, 2014 Para su inmediata difusión Sigue la caída de Karuturi La filial holandesa entra en bancarrota, las instalaciones en Etiopía se rematan Karuturi Global Ltd, la multinacional india que hizo su fama en el mercado global de la industria de flores cortadas y que recientemente adquirió más de 300 mil hectáreas en Etiopía para producir alimentos para los mercados extranjeros, continúa su dolorosa e impresionante caída. El 30 de septiembre de 2014 su sucursal holandesa de comercio se declaró en bancarrota en Holanda, en tanto que una fuente de la industria de dicho país informó que una de sus fincas en Etiopía fue vendida a una compañía en Dubai. Hace cuatro años, el director ejecutivo, Sai Ramakrishna Karuturi alardeaba: “Personalmente pienso que en unos cinco o diez años puedo ser visto y comparado con pares tales como Cargill y Archer Daniels del mundo, o el Bunge del mundo, que son todos bien conocidos, y gozan de buena reputación como compañías agrícolas”.1 Hoy, cuando los acreedores de Karuturi asumen el control de sus propiedades y cuando cierran o se rematan casi todas sus operaciones extranjeras, estos ambiciosos planes parecen muertos. Aflicciones iniciales Karuturi producía rosas en India, Kenya y Etiopía y planeaba expandir sus nacientes operaciones en la producción de alimentos de Etiopía a numerosos Estados africanos.2 Pero la compañía batalló para lograr que despegaran sus expansivas operaciones de cultivo en la región de Gambella en Etiopía, y sus empresas floricultoras se metieron en problemas. El precio de las acciones de la compañía se desplomaron de un nivel de 38 rupias en octubre de 2010 a 5 rupias a principios de 2012 hasta llegar a 1.30 rupias, donde se sitúan hoy. Entretanto, la compañía arrastra millones de dólares de impuestos y deudas sin pagar. En 2012, la Autoridad de Ingresos de Kenya [Kenya Revenue Authority] determinó que Karuturi —que alguna vez llegó a producir cerca de un millón de rosas al dia en su finca de Naivasha para un ávido mercado europeo—, había evadido el pago de 20 millones en impuestos debido a la manipulación de sus precios de transferencia.3 En 2013, la compañía fue llevada a juicio en Kenya por no pagarle a sus acreedores.4 Los trabajadores que no habían recibido sueldos se fueron a huelga, el hospital de Karuturi sufrió cortes en el suministro de la energía eléctrica y se cancelo la escuela gratuita (Karuturi School) para los hijos de los trabajadores de la finca florícola. La comunidad aledaña a la finca florícola de Naivasha sigue padeciendo los costos económicos y sociales de los aprietos de la compañía de India.5 A principios de 2014, las cortes kenyanas finalmente dictaminaron la bancarrota de Karuturi LTD y pusieron la finca florícola bajo administración judicial, pese a las protestas de Karuturi. Noticias recientes Nos hemos enterado que la filial holandesa de Karuturi, Karuturi BV, fue declarada en bancarrota por la corte de Haarlem.6 La unidad holandesa era la responsable de recibir los embarques de flores que volaban diario desde las fincas de Karuturi en Kenya y Etiopía, comercializándolas a través de Flora-Holland. Aparentemente, los cargamentos de flores se detuvieron en mayo de este año.7 Karuturi BV dejó una deuda de 230 mil euros, de los cuales 130 mil euros corresponden a impuestos que se le deben al gobierno holandés. 8 También nos enteramos que Karuturi vendió su finca de flores, conocida como Ethiopian Meadows PLC a una compañía en Dubai. Otra de sus productoras de flores en Etiopía, Surya Blossoms PLC, casi fue vendida en junio pero ahora se mantiene en manos de Karuturi. En medio de la turbulencia, Karuturi ha dado el paso poco común de posponer su asamblea general anual 2014 hasta diciembre, argumentándole a las autoridades de la India que no puede producir su contabilidad anual porque la instancia de administración judicial que maneja la finca de Kenya retuvo la información financiera necesaria.9 A fines de septiembre de 2014, Karuturi deshabilitó el acceso en su página electrónica a sus tres más recientes informes financieros y a varias declaraciones relacionadas con sus disputas legales, fiscales y laborales. Lo normal es que las compañías registradas como públicas, como Karuturi, estén obligadas a divulgar sus finanzas totalmente. Claramente preocupada por su imagen, Karuturi presentó una querella por difamación contra un periodista de la India que escribió un reportaje para Inter Press Service acerca de la compañía, y lo pretende demandar por 16 millones 400 mil dólares en compensación. Esta jugada es denunciada con fuerza como “hostigamiento” por la International Federation of Journalists [federación internacional de periodistas] y su filial, la Indian Journalists Union [federación de periodistas la India].10 Qué sigue Ahora que Karuturi parece haber perdido el control de sus operaciones en Kenya, Holanda y Etiopía, no hay mucho de lo que la compañía pueda aferrarse, excepto algunas pequeñas operaciones en India —y las deudas son muchísimas. ¿Qué fue lo que salió mal? Es difícil determinarlo. Pero el cambio ha sido espectacular. En Kenya, la finca florícola que tomaron pasó en unos cuantos años de un auge en su productividad a sufrir de hemorragia financiera. En Etiopía, sus negocios agrarios, ampliamente controvertidos, presentados por Karuturi como un modo de “hacer una significativa contribución en aras de aliviar la crisis alimentaria africana y global”, no alimentaron a nadie. En Europa, la firma alguna vez fue responsable de proveer una de cada diez rosas que los consumidores se llevaban a casa. Todo esto se fue al olvido. Manténganse en sintonía, porque quizá esté a punto de ocurrir el capítulo final de la caída de esta compañía que alguna vez fue significativa. Mayor información: Ms Mukami Kowino, Forum Syd Kenya, Nairobi [email protected] +254722436802 Mr Devlin Kuyek, GRAIN, Montreal [email protected] +15145717702 Mr Nyikaw Ochalla, Anywaa Survival Organisation, London [email protected] +447939389796 Mr S. Kannaiyan, South Indian Coordination Committee of Farmers Movements, India [email protected] Dr Attiya Waris, Law School, University of Nairobi [email protected] 1 “Karuturi Global on Ethiopian plans”, NDTV, 7 de junio, 2010. 2 Ver GRAIN, “Karuturi corporate structure and finances” (2013) Esta gráfica muestra nuestro entendimiento de la estructura grupal de Karuturi antes de los eventos más recientes, pero ahora, por supuesto, los detalles han cambiado. 3 Ésta fue una auditoría inicial para los años 2006-2007 y 20008-2009. La Autoridad de Ingresos de Kenya iba a examinar los libros contables de Karuturi para los años siguientes también. Sin embargo, en diciembre de 2013, Karuturi repentinamente anuncio que le habían concedido una suspensión y que solamente tenia que pagar 4 millones de dólares en impuestos retrasados. Ver Karuturi Global LTD “Kenyan Tax Claim”, declaración oficial fechada el 11 de diciembre de 2013 y divulgada en http://karuturi.com/images/pdf_new/KENYAN_TAX_CLAIM.pdf (ahora no está disponible), reportado también en Raghuvir Badrinath en “Karuturi Global wins reprieve in Kenyan tax claim", Business Standard, 12 de diciembre, 2013 4 Ver Tax Justice Network, Forum Syd Kenya, GRAIN, Anywaa Survival Organisation and South Indian Coordination Committee of Farmers Movements, “¿Se hunde Karuturi?” Un resumen de los acontecimientos recientes hasta el 13 Febrero de 2014” 5 Ver Macharia Mwangi, “Karuturi financial storm leaves many jobless”, Business Daily, 10 de septiembre, 2014 6 Karuturi BV is bankrupt”, Rosenet.nl, 2 de octubre, 2014 7 Ward Warmerdam and Jan Willem van Gelder (Profundo), “Dutch subsidiaries of Karuturi Global: A research note prepared for GRAIN”, julio de 2014 8 Karuturi Aalsmeer left behind a € 230,000 debt”, Vakblad voor de Bloemisterij, 8 de octubre, 2014 9 Ver Raghuvir Badrinath, “Karuturi fails to comply with SEBI”, Business Standard, 17 de septiembre, 2014 10 Environmental journalist faces harassment from Indian multinational corporation for critical article", IFEX, 10 de septiembre, 2014