En una reciente entrevista con el New York Times, le preguntaron a Bill Gates si había algún tipo de proyecto en el que él no invertiría para neutralizar gases de efecto invernadero.
“Yo no planto árboles”, respondió, y luego añadió que plantar árboles para enfrentar la crisis climática era absurdo. “Es decir, ¿somos de los que usamos la ciencia o somos unos idiotas? ¿Qué tipo de personas queremos ser?” [1]
Microsoft, la empresa con la que Gates hizo su fortuna y a la que aún asesora activamente, no piensa lo mismo. En junio de 2024, el gigante de la tecnología compró 8 millones de créditos de carbono al Timberland Investment Group (TIG), un fondo propiedad de BTG Pactual, el banco brasileño de inversiones que financia al agronegocio.[2] TIG está recolectando 1000 millones de dólares para comprar y convertir áreas de praderas en grandes plantaciones de eucaliptus en todo el Cono Sur de América Latina.[3] A medida que los árboles crecen, extraen carbono de la atmósfera y lo almacenan en las raíces, troncos y ramas. TIG calculará la cantidad de carbono extraído y lo venderá como créditos de carbono a Microsoft y a otras corporaciones.
Se supone que cada crédito de carbono que Microsoft compre compensará una tonelada de las emisiones generadas por la empresa debido al uso de combustibles fósiles. Este es uno de los principales mecanismos que Microsoft y muchas otras empresas planean utilizar para alcanzar las “emisiones netas cero” sin dejar de consumir combustibles fósiles.
El contrato entre Microsoft y TIG, supuestamente la mayor “transacción de créditos por absorción de carbono” en la historia, es sólo una de las muchas inversiones que Microsoft está realizando en plantaciones de árboles como una forma de compensar sus emisiones.[4]
Rabobank, el banco holandés que financia al agronegocio, es otra fuente de créditos de carbono para Microsoft y está adquiriendo tierras para plantaciones forestales en Brasil, en asociación con una familia local involucrada en el agronegocio, con un historial de deforestación ilegal y fraude.[5]
Sin embargo, la mayoría de los créditos de carbono que Rabobank vende a Microsoft provienen de un programa para plantar árboles en las tierras de personas productoras de café y cacao en América Latina, África y Asia. El programa, llamado Acorn, utiliza satélites y una plataforma digital de Microsoft para medir el número y tamaño de los árboles para sombra que las personas productoras han sembrado y calcular el carbono que han absorbido de la atmósfera. El carbono capturado se vende como "créditos de carbono" a aproximadamente 38 dólares por crédito. Rabobank y sus socios locales se quedan con el 20% y pagan el resto a las familias productoras.[6]
Un gran problema con el sistema de Rabobank, señalado en una investigación sobre su proyecto con familias productoras de cacao en Costa de Marfil, es que sobrevalora de manera grosera el carbono capturado, en este caso ¡en un 600%![7] Aún más, el gobierno de Costa de Marfil afirma que Rabobank probablemente incluye en sus cálculos carbono ya contabilizado por otro proyecto financiado por el Banco Mundial, el cual ya ha vendido créditos de carbono provenientes de los árboles plantados en pequeñas fincas productoras de cacao en la misma área.
Todo este “absurdo”, como lo llama Gates, no ha impedido que un número creciente de corporaciones, gobiernos y multimillonarios —además de una nueva industria de consultores climáticos y corredores de carbono— promueva la idea de que las emisiones procedentes de combustibles fósiles pueden y deben ser compensadas plantando árboles y otros cultivos que capturan carbono.
Este tipo de proyectos tienen una historia problemática desde la firma del Protocolo de Kioto en 1997, pero ganaron impulso tras el Acuerdo de París sobre el Clima en 2016, cuando los gobiernos respaldaron la idea de que los mercados de carbono y la compensación de emisiones eran formas efectivas para que las corporaciones redujeran sus emisiones.[8]
Actualmente, la mayoría de los proyectos de compensación o neutralización de emisiones se encuentran en el llamado “mercado voluntario”, donde empresas del Norte Global gestionan la certificación y venta de créditos de carbono a corporaciones que buscan demostrar que están tomando medidas para enfrentar el cambio climático. Estos proyectos, ubicados principalmente en el Sur Global, varían desde la distribución de cocinas eficientes en Malawi hasta la preservación de las selvas en Indonesia. La premisa es que el proyecto o bien evita emisiones que se habrían producido sin él, o bien conduce a la eliminación de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Las cocinas eficientes y la conservación de selvas son ejemplos en que se evitan las emisiones, mientras que la plantación de árboles es la forma más popular de remoción.
Un estudio de 2024 del Movimiento Mundial por los Bosques (WRM) señala que el número de proyectos de plantación de árboles se ha triplicado en los últimos tres años.[9] El WRM afirma que este aumento se debe, en parte, al gran número de escándalos relacionados con los mecanismos para evitar emisiones, conocidos como “REDD+”.[10] Numerosos proyectos de conservación de bosques han sido clausurados o suspendidos después de que las investigaciones demostraran que se basaban en suposiciones irreales sobre la amenaza de deforestación, o que causaban violaciones de derechos humanos y otros daños a las comunidades locales. Por esta razón, el WRM indica que las corporaciones están mostrando mayor interés en la plantación de árboles como una fuente de créditos de carbono de“alta integridad”. Esto ha desatado una frenética carrera por apropiarse de tierras aptas para la plantación de árboles.
El acaparamiento de tierras ligado al mercado del carbono
Durante años, activistas y personas dedicadas a la ciencia nos han advertido que los sistemas para neutralizar las emisiones de carbono mediante la plantación de árboles u otros cultivos podrían provocar un aumento en el acaparamiento de tierras, especialmente en el Sur Global. [11] Hoy podemos ver que estas advertencias eran acertadas.
GRAIN revisó cuidadosamente varios registros de proyectos de neutralización de emisiones de carbono para obtener una visión más precisa de esta nueva ola de acaparamientos de tierra y de cómo se está desarrollando. Identificamos 279 proyectos de plantación de árboles y cultivos a gran escala destinados a la venta de créditos de carbono que diversas corporaciones han establecido desde 2016 en el Sur Global. Estos proyectos abarcan algo más de 9 millones de hectáreas de tierra, una superficie similar a la de Portugal (véase el Recuadro 1: qué incluimos y qué no incluimos en la base de datos sobre transacciones de tierras).
El conjunto de transacciones muestra una nueva forma de acaparamiento de tierra a gran escala, que solo aumentará la presión sobre la tierra y los conflictos que se han arrastrado desde la última ola global de acaparamiento, que se produjo a partir de la crisis financiera y alimentaria de 2007-2008. También revela que nuevas fuentes de dinero están fluyendo hacia empresas especializadas en apropiarse de tierras comunitarias en el Sur Global, para enriquecer y servir principalmente a las corporaciones del Norte Global.
Compilado por GRAIN. Desarrollo técnico por el UChicago Data Science Institute, con el apoyo del 11th Hour Project.
Recuadro 1: qué incluimos y qué no incluimos en la base de datos sobre transacciones de tierras
Qué se incluye
Nuestros datos provienen de todos los principales registros voluntarios de proyectos de compensación. Estos son: American Carbon Registry (ACR), Climate Action Reserve (CAR), Gold Standard (GS), Verra (VCS), BioCarbono (BC), Cercarbono (CV) y Plan Vivo (PV). También se incluyen los casos registrados en el sitio web farmlandgrab.org que aún no se encuentran en los registros oficiales. Los proyectos en nuestra base de datos se limitan a aquellos que cumplen con las siguientes características:
― Consisten en la plantación de cultivos o árboles con el fin de producir créditos de carbono en un área total de más de 100 hectáreas;
― son dirigidos por empresas externas a las comunidades;
― se iniciaron entre 2016 y el 31 de marzo de 2024 (más o menos a partir del Acuerdo de París); y
― se ubican en el Sur Global.
Los proyectos incluyen 1) la creación de plantaciones a gran escala y 2) la producción bajo contrato en pequeñas fincas. En ambos casos, el uso de la tierra queda vinculado a los términos del contrato por 20 años o más.
Qué no se incluye
No se incluyen los proyectos REDD+, cuyo objetivo es evitar la deforestación. Tampoco se incluyen algunos tipos de proyectos que producen créditos de carbono mediante la plantación de árboles o la agricultura en grandes extensiones de tierra. Estos son:
― Proyectos de manejo de tierras de praderas, que afectan el acceso a la tierra y las prácticas tradicionales de comunidades pastoriles;
― proyectos de restauración o creación de manglares, donde grandes áreas costeras son ocupadas para plantar árboles de manglares;
― proyectos que generan créditos de carbono comprometiendo a agricultoras y agricultores a implementar prácticas agrícolas que, según se dice, permiten acumular carbono en los suelos, lo que a menudo se denomina “cultivo de carbono”.
Estos proyectos son extremadamente importantes y pueden tener impactos igualmente graves en las comunidades, incluido el acaparamiento de tierras, pero no se incluyen aquí para que la base de datos no se torne inmanejable.[12] Tampoco incluimos datos de proyectos ubicados en países del Norte Global, como Nueva Zelanda, Escocia y Australia, donde se han implementado programas nacionales de apoyo a la plantación de árboles para la producción de créditos de carbono, que han desplazado la producción de alimentos y restringido el acceso a la tierra de agricultoras y agricultores.[13]
Hasta el momento, los proyectos afectan a 52 países en el Sur Global. La mitad de ellos se encuentran en cuatro países: China, India, Brasil y Colombia, que están impulsando su propio sector de desarrolladores de proyectos de carbono. Sin embargo, los programas en estos países abarcan menos de un tercio de toda la tierra impactada. La región más afectada en términos de área es África, donde se ocupan en total más de 5 millones 200 mil hectáreas.[14]
Muchos de los proyectos implican transacciones de tierras para establecer enormes plantaciones de eucalipto, acacias o bambú. Estas tierras, que hasta ahora se han utilizado para el pastoreo de animales o el cultivo de alimentos por las comunidades locales, solían ser áreas de pastoreo o sabanas.
Superficie destinada a plantaciones de carbono en el Sur Global, por países
Un número aún mayor de estos programas se implementan en pequeñas fincas. En estos casos, las personas involucradas deben presentar un título de propiedad de la tierra y firmar un contrato en el que se comprometen a plantar y mantener un cierto número de árboles en una parte de sus terrenos. Según estos contratos, las familias campesinas deben transferir sus derechos sobre el carbono en los árboles y el suelo a quienes proponen los proyectos. Aunque en estos casos no se expulsa a la gente de sus tierras, se trata de una forma de agricultura por contrato. En la práctica, las personas del campo ceden el control de una parte de sus tierras a una empresa externa por décadas, limitando su libertad para utilizar el terreno como deseen. Los proyectos también fomentan, y en algunos casos facilitan directamente, el cambio de formas colectivas de propiedad y manejo de la tierra a propiedad privada e individual. (Véase el Recuadro 2: Colonialismo y carbono.)
La cantidad de dinero que los inversionistas esperan capturar con estas transacciones es inmensa. Solo los proyectos identificados en los registros de Verra y Gold Standard generarán 2 mil 500 millones de créditos de carbono (1 crédito = 1 tonelada de CO2 capturado) a lo largo de su existencia. Con un precio promedio de aproximadamente 10 dólares por crédito, el total potencial asciende a 25 mil millones de dólares.[15]
¿Quiénes son los "idiotas"?
Aunque estos programas se instalan exclusivamente en zonas rurales con emisiones per cápita extremadamente bajas, lo que ocurre con las empresas que los impulsan es justo lo contrario. Con la excepción de lo que está ocurriendo en China e India, la mayoría de los proyectos de compensación de emisiones son conducidos por empresas extranjeras provenientes de países con un historial de emisiones atroces, como Holanda, Estados Unidos, Singapur, Suiza, Reino Unido, Francia, Alemania y Emiratos Árabes Unidos.[16] Claramente, se han establecido relaciones de tipo colonial, en las que grandes empresas y ONG del Norte Global están utilizando la tierra de las comunidades del Sur Global para obtener ganancias y lograr sus propios fines.
Muchos de los que impulsan esta nueva ola de acaparamiento de tierras ya estaban activos durante la ola global de acaparamiento que se desató hace quince años. Esto es especialmente evidente en África (véase el Recuadro 3: Los acaparadores de tierra en África han vuelto a la carga). También hay varias empresas del sector forestal con historiales de acaparamiento de tierras y conflictos con las comunidades locales. Por ejemplo, una gran parte de las vastas plantaciones de eucalipto de Suzano, el gigante brasileño del papel que cuenta con tres proyectos de plantaciones a gran escala para la neutralización de emisiones, se encuentra en tierras que fueron despojadas a pueblos indígenas y tradicionales de Brasil. [17]Además, un buen número de quienes los impulsan tienen antecedentes de transacciones ilegales y escándalos financieros, incluyendo:
• Ricardo Stoppe Jr, el “rey del carbono” de Brasil, arrestado en junio de 2024 por montar un sistema ilegal de venta de créditos y acaparamiento de tierras.[18]
• Martin Vorderwulbecke, un empresario alemán con un proyecto en Paraguay para la plantación de árboles de nim, acusado de estafar a la aerolínea nacional de Eslovenia por millones de dólares.[19]
• Alexis Ludwig Leroy, un corredor de créditos de carbono franco-suizo con proyectos de plantación de árboles en Costa de Marfil y la República Democrática del Congo, quien está siendo investigado por lavado de dinero y conexiones financieras con la “reina de la cocaína” de Colombia.[20]
• Vittorio Medioli, un empresario y político ítalo-brasileño con plantaciones forestales para créditos de carbono en Brasil, condenado por tribunales de Brasil por la exportación ilegal de divisas y acusado de formar una banda delictiva y un cartel en el sector de transportes.[21]
• El Jeque Ahmed Dalmook al Maktoum, miembro de la familia real de los Emiratos Árabes Unidos, que busca acceder a decenas de millones de hectáreas en África para proyectos de compensación de emisiones. Se le acusa de cobrar sobreprecios a Ghana por vacunas contra el COVID fabricadas en Rusia, y tuvo como asesor en sus negocios de carbono en África a un empresario italiano condenado por una quiebra fraudulenta, que hundió a una de las mayores empresas de telecomunicaciones de Italia.[22]
El dinero que pasa por las manos de estos especuladores proviene principalmente de las corporaciones más contaminantes del mundo, que están interesadas en comprar créditos de carbono para limpiar la imagen de sus emisiones. Encabezando la lista de compradores de créditos están las corporaciones de combustibles fósiles (ver el Recuadro 4: plantar, plantar, plantar, para el petróleo poder explotar). También están los gigantes tecnológicos, como Meta y Apple; las transnacionales de alimentos, como Danone y Coca-Cola; y las cadenas de supermercados, como Mercado Libre y Carrefour. Amazon y las fundaciones filantrópicas de Jeff Bezos, su multimillonario propietario, están fuertemente involucrados también. Bezos compra créditos y, al mismo tiempo, financia a las ONG y empresas que administran las plantaciones a través de iniciativas como el fondo AFR100, que tiene como meta plantar árboles en 100 millones de hectáreas en África.[23] Lo mismo hacen los bancos de desarrollo, como el FMO de Holanda, la DFC (Corporación Financiera para el Desarrollo Internacional) de Estados Unidos y la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial, que otorgan préstamos baratos, seguros contra riesgos políticos e incluso invierten en muchas empresas con plantaciones para la compensación de emisiones.
Recuadro 2: Carbono y colonialismo
El 15 de abril de 2022, un grupo de cerca de 150 agricultores y agricultoras se reunieron frente a las oficinas de la cadena de supermercados belga Colruyt. Acompañados de carretillas con tierra, acusaban a la empresa de "robar tierra" al comprar cientos de hectáreas de la ya escasa tierra agrícola del país, irónicamente como parte de una campaña para promover la compra local. "Cada pedazo de tierra que Colruyt compra es un pedazo de tierra que se le quita a la agricultura familiar belga", declararon los manifestantes.[24]
Muy lejos de allí, en la República Democrática del Congo, la cadena de supermercados también está adquiriendo tierras, pero claramente no por razones "locales". En 2021, Colruyt obtuvo una concesión de más de 10 mil hectáreas por 25 años en la provincia de Kwango, casi 50 veces el tamaño de las tierras que posee en Bélgica. Las tierras concesionadas son actualmente utilizadas por la población local para producir alimentos, pero los planes de Colruyt son establecer allí plantaciones de árboles para compensar sus emisiones y contratar guardias de seguridad para proteger los árboles de las comunidades locales y su agricultura de "tumba y quema".[25]
En la vecina Uganda, Max, la cadena sueca de hamburguesas, también está comprando créditos para un proyecto de plantaciones, pero con un enfoque diferente. En vez de desplazar al campesinado local, les hace plantar árboles en sus propias tierras. Quienes participan firman un contrato que indica que plantarán y mantendrán los árboles, recibirán plántulas y alguna capacitación, y se someterán a controles periódicos. A cambio, reciben un pago por los créditos comprados por Max para compensar las emisiones provocadas por la producción de sus hamburguesas.
Sin embargo, cuando un equipo de periodistas de la plataforma sueca de noticias Aftonbladet visitó la iniciativa a principios de 2024, se encontraron con una situación de terror.[26] Las personas que participan del proyecto informaron que habían plantado los árboles como se les había indicado, sin saber que estos árboles estaban compensando la contaminación de una corporación. Aunque la propuesta comenzó con buenas intenciones, los árboles crecen rápido y pronto comenzaron a cubrir los campos, absorbiendo toda la luz, el agua y los nutrientes. Los 100 dólares anuales que recibían por los créditos de carbono no compensaban las pérdidas por no producir alimentos ni vender sus productos. Ocho años después, el equipo periodístico encontró a los agricultores muriendo de hambre y algunos talando los árboles a pesar de las amenazas de prisión por incumplimiento de contrato por parte de los encargados del proyecto.
“Yo era lo que se llama un agricultor modelo,” dice Samuel Byarugaba, uno de los agricultores. “La gente venía a verme para aprender a cultivar y yo estaba orgulloso de mostrar mi finca. Teníamos suficiente alimento para alimentarnos y podía vender el excedente. Ahora todo ha desaparecido”.
Las corporaciones del sector financiero también están involucrándose, lo que es una señal preocupante de que en el futuro podría haber aún más dinero en juego. Rabobank y BTG Pactual son ejemplos destacados de actores financieros que han establecido fondos especializados para invertir en plantaciones destinadas a la compensación de emisiones, en nombre de fondos de pensiones, personas multimillonarias, fondos soberanos, fondos de inversión universitarios, bancos de desarrollo y otros inversionistas institucionales. Estas inversiones en plantaciones para la captura de carbono se alinean perfectamente con las grandes extensiones de tierras agrícolas que ya han acumulado a través de sus inversiones anteriores.[27]
El Renewable Resources Group, por ejemplo, es una empresa de gestión de inversiones que tiene como socios a Goldman Sachs y el fondo de inversión de la Universidad de Harvard. Ellos se especializan en "monetizar" el agua, mediante un mecanismo en el que compran tierras en lugares donde el riego es barato para producir cultivos de exportación de alto valor, como uvas y berries. Ya han adquirido más de 100 mil hectáreas de tierras agrícolas en zonas de México, Estados Unidos, Chile y Argentina, donde la escasez de agua es un problema serio.[28] Recientemente, crearon una rama para “soluciones basadas en la naturaleza”, a través de la cual compraron 12Tree, un fondo de inversiones alemán que, desde 2017, ha adquirido 20 mil hectáreas en África y América Latina para montar fincas “regenerativas”, donde han plantado árboles y generados créditos de carbono.[29]
Estafas certificadas
Una gran diferencia entre los primeros acaparamientos de tierras para la producción de alimentos y los actuales, destinados a generar créditos de carbono, es que los negocios con carbono están "certificados". Verra y Gold Standard, dos de los principales certificadores, reciben grandes sumas de dinero para garantizar que los proyectos de compensación se realicen en consulta con las organizaciones locales, evitando el desplazamiento de comunidades e incluso entregándoles algunos beneficios. Este es el tipo de mecanismo que agencias internacionales como la FAO y el Banco Mundial han promovido durante mucho tiempo como la solución al problema del acaparamiento global de tierras agrícolas.
Sin embargo, los datos que hemos recolectado, junto con un número creciente de investigaciones académicas, periodísticas y de la sociedad civil que han analizado proyectos certificados por estas empresas, muestran que tales afirmaciones son falsas.[30] ¿Cómo se podría esperar que un sistema, cuyo fundamento es apropiarse de tierras pertenecientes a comunidades rurales e indígenas en el Sur Global para beneficiar a corporaciones del Norte Global, no genere acaparamientos masivos de tierras? No hay mecanismo de reparto de beneficios, como los que suelen incluirse en estas transacciones de carbono, que pueda alterar esta realidad.
Recuadro 3: Los acaparadores de tierra de África han vuelto a la carga
La fiebre por la tierra que siguió a las crisis alimentaria y financiera de 2007-2008 golpeó fuertemente a África. Cientos de comunidades fueron desplazadas de sus tierras para dar paso a fincas industriales a gran escala. A pesar de que muchas de estas granjas fracasaron estrepitosamente, las comunidades aún luchan por recuperar sus tierras.[31] Algunas de las personas que estuvieron involucradas en ese proceso ahora intentan obtener terrenos para plantaciones. Ejemplos de ello son:
Gagan Gupta: como presidente del gigante de los agronegocios Olam International, este empresario de Singapur estuvo a cargo del acuerdo que permitió a la compañía acceder a 300 mil hectáreas en Gabón para establecer la mayor plantación de palma aceitera de África. Desde entonces, la iniciativa ha estado marcada por conflictos con las comunidades locales. Actualmente, Gupta dirige Sequoia Plantation, una empresa emiratí dedicada a las plantaciones de árboles. La empresa está en proceso de adquirir 200 mil hectáreas en Togo, Gabón y la República del Congo para plantaciones a gran escala con componentes de compensación de emisiones de carbono, a pesar de las protestas de las comunidades afectadas.[32]
Kevin Godlington: este empresario del Reino Unido impulsó varios negocios agrícolas a gran escala en Sierra Leona que luego fracasaron. Uno de ellos fue una plantación de palma aceitera en el distrito de Port Loko, que implicó la tala de bosques y el desplazamiento de personas de sus tierras, para luego terminar en quiebra. Sin inmutarse, Godlington ahora busca apoderarse de las mismas tierras con una nueva empresa cuyas acciones cotizan en la Bolsa de Toronto. Asegura haber obtenido los derechos sobre 57 mil hectáreas para plantar árboles y generar créditos de carbono, algunos de los cuales ya han sido adquiridos por British Petroleum. Al igual que en su primera incursión en la compraventa de tierras, independientemente del resultado, Godlington ya se ha embolsado millones de dólares.[33]
Carter Coleman: este empresario del Reino Unido fundó la finca arrocera Kilombero Plantation Limited en 5,828 hectáreas de tierras comunitarias en conflicto, ubicadas en el corazón del Corredor Sur de Crecimiento Agrícola de Tanzania. A pesar de contar con el apoyo de inversionistas extranjeros y bancos de desarrollo, la empresa se declaró en quiebra en 2019. Coleman ha vuelto a la carga con una nueva empresa, llamada Udzungwa Corridor Limited, que planea generar créditos de carbono a través de plantaciones de especies forestales de maderas finas en un área de 7 mil 500 hectáreas, arrendada a familias campesinas en la Reserva Natural de Kilombero.[34]
Andrea Tozzi: este empresario italiano, gerente de Tozzi Green, empresa familiar, adquirió 11 mil hectáreas de tierra en tres comunas en la region de Ihorombe, Madagascar entre 2012 y 2018, con el objetivo de cultivar jatrofa para biocombustibles. El proyecto fracasó, y la empresa pasó a cultivar maíz para alimento animal y otros cultivos destinados a la producción de aceites esenciales. Durante todo este tiempo, las comunidades locales han luchado por recuperar sus tierras, que necesitan para pastoreo y la producción de alimentos para sus familias. Actualmente, Tozzi intenta salvar su proyecto reemplazando el maíz con plantaciones de acacia y eucalipto para la generación de créditos de carbono, pero las comunidades siguen oponiéndose con firmeza, especialmente aquellas de Ambatolahy.[35]
Karl Kirchmayer: empresario austriaco que pasó años comprando 147 mil hectáreas de tierras agrícolas en Europa del Este, ahora acapara tierras en África a través de la empresa ASC Impact. Se ha asociado con un importante asesor del presidente de Uganda y con un empresario de Dubái cercano a la familia real para vender créditos por 60 millones de toneladas de carbono a empresas de los Emiratos Árabes Unidos, generados mediante plantaciones de árboles y manglares, principalmente en África. Actualmente, ASC Impact está negociando la adquisición de 27 mil hectáreas en Etiopía, 25 mil en Angola y 270 mil en la República del Congo.
Frank Timiș, empresario rumano-suizo y fundador y accionista mayoritario de African Agriculture Holdings Inc., una empresa estadounidense cuyas acciones cotizan en Nasdaq, adquirió 25 mil hectáreas de una empresa italiana que cerró. Estas tierras han sido objeto de intentos de recuperación por parte de las comunidades locales de Senegal durante más de 10 años. Su empresa también es responsable de la mayor transacción de tierras registrada en nuestra base de datos: un par de ridículos contratos de arrendamiento por 49 años que abarcan 2 millones 200 mil hectáreas en Níger, donde la empresa planea producir créditos de carbono a través de una plantación de pinos.
Aunque nueve millones de hectáreas ya son demasiadas, la situación podría empeorar. Las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas avanzan hacia la creación de un mecanismo internacional de comercio de carbono que permitiría a los gobiernos y empresas de los países grandes contaminantes compensar sus emisiones mediante proyectos de absorción de carbono, principalmente en el Sur Global.[36]
Si esto llegara a ocurrir, el valor de los créditos de carbono podría dispararse, lo que aumentaría aún más la demanda de tierras para plantaciones de árboles. Actualmente, también hay presiones para crear un mercado de "compensaciones de biodiversidad", lo que desataría una competencia frenética entre los inversionistas por adueñarse de los territorios de comunidades campesinas, indígenas y pastoriles, con el fin de llenarse los bolsillos.[37]
La idea de que plantar árboles o utilizar otros medios para generar créditos de carbono puedan compensar las emisiones de gases de efecto invernadero es una distracción peligrosa, incompatible con la reducción real de emisiones que se necesita para enfrentar la crisis climática.[38] Por ejemplo, aunque las dudosas estimaciones sobre la captura de carbono lograda con los 279 proyectos en nuestra base de datos fueran correctas, dicha captura alcanzaría solo 55 millones de toneladas de CO2 por año, muy por debajo de lo necesario para contrarrestar al menos los 90 millones de toneladas adicionales de CO2 que resultan del uso de combustibles fósiles.[39]
Los movimientos y organizaciones sociales deben ser implacables en la denuncia de estas contradicciones, daños y estafas. También es esencial informar a las comunidades locales, que a menudo son engañadas por los promotores de estos proyectos y no conocen la experiencia de otras comunidades. Tampoco se les ha explicado cómo los proyectos están diseñados para permitir que las grandes corporaciones sigan contaminando, y cómo esta contaminación está vinculada a los terribles impactos del cambio climático que están sufriendo. La algarabía sobre el dinero que se podría obtener a través del mal llamado reparto de beneficios puede provocar divisiones dentro de las comunidades, y llevar a algunas familias a firmar contratos de los que pronto podrían arrepentirse. Además, dado que estos proyectos de créditos de carbono exigen certificación formal de la propiedad de la tierra, también pueden debilitar los sistemas comunitarios de uso y manejo de tierras.
Ya se han presentado casos en los que las comunidades han sufrido violencia e intimidación por resistirse a los proyectos de compensación de emisiones, y estas situaciones probablemente se multiplicarán. Por lo tanto, es urgente compartir información y experiencias sobre los acaparamientos ligados a la captura de carbono a nivel local, nacional, regional e internacional, para poder detenerlos. No podemos permitir que la doble amenaza del cambio climático y de las soluciones criminales se siga expandiendo.
Agradecemos al Instituto de Ciencia de Datos de la Universidad de Chicago, a Linda Pappagallo y a Manveetha Muddaluru por su ayuda con la base de datos.
Recuadro 4: Plantar, plantar, plantar, para el petróleo poder explotar
En septiembre de 2023, la petrolera Shell causó un gran impacto en los mercados de carbono al cancelar abruptamente sus planes de plantar árboles en 12 millones de hectáreas de aquí al 2030, un área tres veces el tamaño de su país de origen, los Países Bajos.[40]
Sin embargo, no hubo mucho que celebrar, ya que la compañía también canceló sus planes para reducir la producción de petróleo.[41] Tampoco está claro si Shell se está retirando por completo de la industria de compensaciones de carbono. Aún es accionista mayoritaria de una empresa holandesa de biocombustibles que planea generar créditos de carbono mediante plantaciones de pongamia en 120 mil hectáreas en Paraguay.
Otras empresas europeas del mismo sector aún no han perdido el entusiasmo por las plantaciones para absorber carbono. La italiana ENI cuenta con una empresa de biocombustibles que busca generar créditos de carbono en Kenia mediante la producción de algodón bajo contrato, inicialmente en 40 mil hectáreas. British Petroleum (BP) pagó 2.5 millones de dólares a Carbon Done Right, de Canadá, por créditos de carbono provenientes de plantaciones forestales en 57 mil hectáreas en Sierra Leona. Por su parte, la compañía petrolera francesa TotalEnergies tiene un inmenso proyecto de plantación de acacias en 38 mil hectáreas en la República del Congo, con el fin de compensar sus emisiones. Investigaciones sobre los tres proyectos muestran graves impactos en las comunidades locales.[42]
Dos de las principales empresas energéticas de Japón también están fuertemente involucradas en plantaciones para compensar emisiones. Marubeni tiene una plantación de 31 mil hectáreas de pino y eucalipto en Angola, en asociación con un empresario argentino.[43] Mitsui, a través de su subsidiaria australiana New Forests, está desarrollando plantaciones de árboles para la producción de créditos de carbono en tierras arrendadas en el norte de Tasmania. Asimismo, a través de la African Forestry Impact Platform, Mitsui adquirió recientemente Green Resources AS, “una empresa noruega de plantaciones forestales y créditos de carbono, conocida por su historial de acaparamiento de tierras, violaciones de derechos humanos y destrucción ambiental en Uganda, Mozambique y Tanzania”.[44]
[1] Citado de un fragmento de video disponible en X: https://x.com/BenSwann_/status/1772251466314416198
[2] TIG, "BTG Pactual Timberland Investment Group to Provide Microsoft with 8 Million Carbon Removal Credits," junio 2024: https://timberlandinvestmentgroup.com/btg-pactual-timberland-investment-group-to-provide-microsoft-with-8-million-carbon-removal-credits/
[3] Hanbury, Shanna. "US Conservation Investment Routed to Eucalyptus Expansion in Brazil’s Cerrado". Mongabay, junio 2023: https://news.mongabay.com/2023/06/u-s-conservation-investment-routed-to-eucalyptus-expansion-in-brazils-cerrado/
[4] Rabobank. "Carbon Removal Lessons from Microsoft’s Chief Environmental Officer". Enero 2022: https://www.rabobank.com/about-us/carbon-bank/011191566/carbon-removal-lessons-from-microsofts-chief-environmental-officer
[5] El socio de Rabobank es el Grupo Botuverá, una empresa de logística y agronegocios que maneja 47 mil hectáreas de soja, maíz y ganado en los biomas del Amazonas, el Cerrado y la Mata Atlántica en Brasil. Pertenece a la familia Bissoni, que ha sido multada y acusada de deforestación ilegal, estafa, conflicto de intereses y mal manejo del fuego en zonas forestales. Ver: Mighty Earth, 'Rapid Response Soy & Cattle Report', enero 2021: https://mightyearth.org/wp-content/uploads/RR_Report_Jan-2021.pdf, y Andrew Wasley y Elisângela Mendonça, 'As blazes on embargoed Amazon land surge, links to meat industry emerge,' Mongabay, julio 2021: https://news.mongabay.com/2021/07/as-blazes-on-embargoed-amazon-land-surge-links-to-meat-industry-emerge/
[6] REDD-Monitor, 'Rabobank’s tree planting project in Côte d’Ivoire overestimates carbon credits by 600%. Microsoft is one of the buyers of these credits,' julio 2024: https://reddmonitor.substack.com/p/rabobanks-tree-planting-project-in
[7] Follow the Money, "Rabobank promises a better world with dubious carbon offsets", julio 2024: https://www.ftm.eu/articles/rabobank-promises-a-better-world-with-dubious-carbon-offsets
[8] World Rainforest Movement. "Plantaciones de árboles para el mercado de carbono: más injusticias para las comunidades y sus territories”, junio 2024: https://www.wrm.org.uy/es/boletines/nro-270
[9] World Rainforest Movement. "Plantaciones de árboles para el mercado de carbono: más injusticias para las comunidades y sus territorios", junio 2024: https://www.wrm.org.uy/es/boletines/nro-270
[10] REDD = siglas de Reducción de Emisiones Provenientes de la Deforestación y Degradación de los Bosques
[11] GRAIN et al. "Comunicado de prensa: ¡Detengamos el mercado de carbono, ya!" 4 de diciembre de 2023: https://grain.org/es/article/7072-detengamos-el-mercado-de-carbono-ya
IPES. "Land Squeeze." Mayo 2024: https://ipes-food.org/report/land-squeeze/
[12] Sobre el impacto de los proyectos REDD+ en las comunidades, véase WRM y GRAIN, "Los proyectos REDD+ y cómo debilitan la agricultura campesina y las soluciones reales para enfrentar el cambio climático," octubre de 2015: https://www.wrm.org.uy/es/publicaciones/los-proyectos-redd-y-como-debilitan-la-agricultura-campesina-y-las-soluciones-reales-para-enfrentar-el-cambio.
Sobre cultivo de carbono, ver GRAIN, "Del acaparamiento de tierras de cultivo al acaparamiento de suelos: la captura de carbono, un nuevo negocio," febrero de 2022: https://grain.org/es/article/6811-del-acaparamiento-de-tierras-de-cultivo-al-acaparamiento-de-suelos-la-captura-de-carbono-un-nuevo-negocio
[13] Un estudio reciente identificó, solo en Australia, 182 proyectos de reforestación para créditos de carbono, que ocupan 42 millones de hectáreas. Ver Adam Morton, "Australia’s Carbon Credits System a Failure on Global Scale, Study Finds," The Guardian, marzo de 2024: https://www.theguardian.com/environment/2024/mar/27/australias-carbon-credits-system-a-failure-on-global-scale-study-finds
[14] Para ver el detalle de los proyectos por región, consultar: https://docs.google.com/spreadsheets/d/1_tbJjapr6gwgVXlA4cxot7FxbnhmCP8kQbKh173sf5A/
[15] Es el precio promedio estimado por 8 Billion Trees, marzo de 2024: https://8billiontrees.com/carbon-offsets-credits/new-buyers-market-guide/carbon-credit-pricing/
[16] Para ver el detalle de los países de origen de las empresas involucradas en los proyectos, consultar: https://docs.google.com/spreadsheets/d/1TlRXSVJmpkp6_tJ8VNdcBYNvDcPaY9CQYqdwOWfYPd0/
[17] WRM. "Lo que necesitas saber sobre Suzano Papel y Celulosa", agosto 2023: https://www.wrm.org.uy/es/publicaciones/lo-que-necesitas-saber-sobre-suzano-papel-y-celulosa
NFU Canada. "Resisting Land Grabs for Eucalyptus Plantations in Brazil", octubre 2023: https://www.nfu.ca/nfu-event/resisting-land-grabs-for-eucalyptus-plantations-in-brazil/
[18] Fernanda Wenzel. "Brazil Police Raid Amazon Carbon Credit Projects Exposed by Mongabay", junio 2024: https://news.mongabay.com/2024/06/brazilian-investigators-raid-amazon-carbon-credit-projects-exposed-by-mongabay/
Claudia Antunes. "‘Carbon Cowboys’ Ride into an Amazonian Storm". Sumauma, junio 2023: https://sumauma.com/en/caubois-do-carbono-loteiam-a-amazonia/
[19] Tomaž Modic y Vesna Vuković. "¿Millones desaparecidos de Adria terminaron en Sudamérica?" Necenzurirano, marzo de 2023: https://necenzurirano.si/clanek/preiskovalne-zgodbe/izginuli-milijoni-adrie-koncali-v-juzni-ameriki-762446
"Adria’s Former Owner Regroups." Exyuaviation, marzo de 2020: https://www.exyuaviation.com/2020/03/adrias-former-owner-regroups.html
[20] "Un spécialiste genevois des énergies renouvelables soupçonné de blanchiment". Gotham City, agosto de 2019: https://gothamcity.ch/2019/08/14/un-specialiste-genevois-des-energies-renouvelables-soupconne-de-blanchiment/
"El hijo de Conde-Pumpido recibió un crédito de 1M de un banco usado por narcos". Lo Que Se Oculta, mayo de 2018: https://www.loqueseoculta.informe25.com/2018/05/espana-el-hijo-de-conde-pumpido-recibio.html
[21] Wikipedia: "Vittorio Medioli". https://pt.wikipedia.org/wiki/Vittorio_Medioli
"Cortadores de cana são libertados de trabalho escravo em Goiás". Repórter Brasil, abril de 2010: https://reporterbrasil.org.br/2010/04/cortadores-de-cana-sao-libertados-de-trabalho-escravo-em-goias/
[22] "Patrick Greenfield, 'The new “scramble for Africa”: how a UAE sheikh quietly made carbon deals for forests bigger than UK,' The Guardian, noviembre 2023: https://www.theguardian.com/environment/2023/nov/30/the-new-scramble-for-africa-how-a-uae-sheikh-quietly-made-carbon-deals-for-forests-bigger-than-uk; Matteo Civillini, 'Meet the Italian fugitive advising Emirati start-up Blue Carbon,' Climate Home News, noviembre 2023: https://www.climatechangenews.com/2023/11/23/meet-the-italian-fugitive-advising-emirati-start-up-blue-carbon/
[23] El fondo One Earth de Bezos también está detrás del Land & Carbon Lab (https://www.landcarbonlab.org/). Para más información sobre AFR100, ver: https://afr100.org Para conocer más sobre los proyectos de plantación de árboles de Amazon, ver: https://www.aboutamazon.com/news/sustainability/amazon-pledges-support-to-forests-and-communities-in-the-brazilian-amazon; https://www.aboutamazon.com/news/sustainability/updates-on-amazons-sustainability-efforts-to-aid-nature-based-solutions-and-carbon-removal; https://www.newswire.ca/news-releases/viridis-terra-collaborates-with-amazon-on-innovative-agroforestry-project-in-the-peruvian-amazon-rainforest-849817454.html
[24] "Colruyt accusée d'accaparer les terres agricoles au détriment des fermes familiales." RTBF, abril de 2022: https://www.rtbf.be/article/colruyt-accusee-d-accaparer-les-terres-agricoles-au-detriment-des-fermes-familiales-10975432
[25] Ver los datos sobre Colruyt en la base de datos sobre plantaciones para créditos de carbono
[26] Staffan Lindberg. "Swedish Fast Food Chain Max Is Offsetting Its Emissions - So We Can Eat Burgers with a Clear Conscience" (traducción no oficial). Aftonbladet, mayo de 2024: https://farmlandgrab.org/32199
[27] Otros ejemplos notables que aparecen en la base de datos incluyen: The Rohatyn Group, Finance in Motion/Arbaro Fund, Ardian/Averrhoa Nature-Based Solutions Fund, Gavea Investimentos/Re,
TIAA-CREF, Aavishkaar Group y el Canadian Pension Plan Investment Board (Consejo del Plan de Inversiones de Pensiones de Canadá). Ver también GRAIN, 'El acaparamiento global de tierras se pinta de verde,' mayo 2021: https://grain.org/es/article/6687-el-acaparamiento-global-de-tierras-se-pinta-de-verde
[28] GRAIN, "El acaparamiento de agua por parte de la industria alimentaria deja a las comunidades sin una gota", septiembre 2023: https://grain.org/es/article/7040-el-acaparamiento-de-agua-por-parte-de-la-industria-alimentaria-deja-a-las-comunidades-sin-una-gota
[29] Ver la información sobre RRG en la base de datos sobre plantaciones para créditos de carbono
[30] GRAIN et al., "Comunicado de prensa: ¡Detengamos el mercado de carbono, ya!" 4 de diciembre 2023: https://grain.org/es/article/7072-detengamos-el-mercado-de-carbono-y
[31] GRAIN, "El acaparamiento global de tierras en el 2016: sigue creciendo y sigue siendo malo" junio 2016: https://grain.org/es/article/5607-el-acaparamiento-global-de-tierras-en-el-2016-sigue-creciendo-y-sigue-siendo-malo
[32] "Le collectif des ressortissants des plateaux Batéké hostiles à la culture de l’eucalyptus dans le Haut-Ogooué." Gabon News, abril de 2024: https://m.gabonews.com/fr/actus/environnement/article/le-collectif-des-ressortissants-des-plateaux
[33] SILNORF & HEKS. "Carbon Done Wrong." Mayo de 2024: https://www.heks.ch/sites/default/files/documents/2024-05/HEKS_Silnorf_Port_Loko.pdf
[34] Ver los datos sobre Reterra Limited en la base de datos sobre las plantaciones para créditos de carbono y Oakland Institute, "Trendy but Risky: Questioning Outgrower Schemes in Light of the Agrica Rice Plantation in Tanzania," julio de 2015: https://www.oaklandinstitute.org/blog/trendy-but-risky-questioning-outgrower-schemes-agrica
[35] Collectif Tany et al. "Open Letter to Tozzi Green, BIO, Finnfund, and the Government of Italy." Mayo de 2024: https://farmlandgrab.org/32230 . Una respuesta a GRAIN de los asesores de comunicación Ad Hoc en nombre de Tozzi Green sobre la información presentada en este informe está disponible aquí.
[36]REDD-Monitor, "Article 6: A loophole that risks undermining the Paris Agreement," enero 2024: https://reddmonitor.substack.com/p/article-6-a-loophole-that-risks-undermining
[37]Declaración de la sociedad civil sobre las compensaciones y créditos de biodiversidad, julio 2024: https://uploads.strikinglycdn.com/files/91211e95-2d4d-44d3-bd47-c32db0b5f16d/Civil%20society%20statement%20on%20biodiversity%20offsets%20and%20credits_SP_WEB.pdf
[38]CLARA, "CLARA responds to SBTi rejection of using carbon credits as offsets for addressing scope 3 emissions", 30 de julio 2024: https://www.clara.earth/publications
[39]https://essd.copernicus.org/articles/15/5301/2023/
[40] ActionAid, "Shell’s net zero climate plans need land up to three times the size of the Netherlands for carbon offsets", mayo 2021: https://actionaid.org/news/2021/shells-net-zero-climate-plans-need-land-three-times-size-netherlands-carbon-offsets; Milieudefensie, "How Shell is using Nature Based Solutions to continue its fossil fuel agenda," cctubre 2022: https://en.milieudefensie.nl/news/shells-pipe-dream
[41] REDD-Monitor. "Shell Scraps Its Carbon Offsets Programme." Septiembre de 2023: https://reddmonitor.substack.com/p/shell-scraps-its-carbon-offsets-programme
[42] T&E, "From Farm to Fuel: inside Eni’s African biofuels gamble", febrero 2024: https://www.transportenvironment.org/articles/from-farm-to-fuel-inside-enis-african-biofuels-gamble; SILNORF & HEKS, "Carbon done wrong," mayo 2024: https://www.heks.ch/sites/default/files/documents/2024-05/HEKS_Silnorf_Port_Loko.pdf; Source-Material, "Farmers say oil giant’s tree-planting scheme has barred them from their fields and threatens livelihoods," diciembre 2022: https://www.source-material.org/total-oil-congo-carbon-offsetting-project-indigenous-land-forest/
[43] Ver los datos sobre Marubeni en la base de datos sobre plantaciones para créditos de carbono
[44] Oakland Institute, "Green Colonialism 2.0", agosto 2023: https://www.oaklandinstitute.org/sites/oaklandinstitute.org/files/green-colonialism.pdf