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Desafío al patriarcado y otras dinámicas de poder: nuestra experiencia en GRAIN

by GRAIN | 9 May 2022
Equipo de GRAIN en 2018


Todo comenzó al final de una tarde en Casamance, Senegal, en 2019. El equipo de GRAIN estaba cerrando la semana de reunión anual de planificación y alguien sugirió que definiéramos una posición de GRAIN contra el patriarcado. Una cosa llevó a la otra y en lugar de escribir un corto párrafo para nuestro uso interno —sólo para aclarar nuestra posición, especialmente para los integrantes más nuevos – nos embarcamos en un largo y firme proceso de auto evaluación, aprendizaje e intercambio. Esta nota es para compartir en qué estamos en este proceso y solicitarles cualquier comentario.

Las luchas de las personas por los sistemas alimentarios, encabezadas por las comunidades, están arraigadas en diversas culturas y tejidos sociales. En muchas partes del mundo, esto significa relaciones modeladas por el capitalismo, donde la desigualdad, la violencia y la exclusión son normas internalizadas. En GRAIN, en nuestro trabajo día a día, denunciamos la violencia contra las mujeres en torno a las plantaciones industriales de palma aceitera, apoyamos las campañas para detener el acaparamiento de tierras que alimentan los fondos de pensión y los bancos de desarrollo y nos unimos a investigaciones y acciones colectivas para promover los sistemas de semillas propios de campesinas y campesinos. Todas estas luchas ocurren debido a que la explotación y la discriminación continúan. Entonces, ¿En qué medida nosotros mismos, nosotras mismas, nuestras contrapartes o nuestros donantes, sufrimos la influencia de estas normas y terminamos reforzando estas dinámicas? ¿Podemos tener mayor conciencia y ser más firmes y asumir más claridad en lo que nos toca hacer para vencerlas?

En GRAIN, pronto logramos reconocer que no podemos centrar nuestra atención solamente en el patriarcado, o en la dominación de lo masculino sobre casi todo lo demás. Tenemos que revisar al mismo tiempo, abierta y directamente, el racismo, la discriminación basada en las capacidades, o por edad; el colonialismo, el imperialismo y otras injusticias, porque según nuestra experiencia, son inseparables. (Lo llamamos “patriarcado+”, para decirlo de una manera breve). Muy pronto reconocimos también que éstos son problemas sociales estructurales; sería un error verlos como fallas individuales o personales.

Profundizando

Como equipo, lo primero en que estuvimos de acuerdo fue que necesitamos mirar “hacia dentro”, como punto de partida. Ocupamos algunas sesiones compartiendo nuestras propias experiencias de patriarcado, violencia sexual, discriminación religiosa, opresión de parte de las estructuras sociales, racismo y los diferentes modos de exclusión social, tanto en el trabajo como en nuestra vida personal. Esto nos permitió, hasta cierto punto, igualar nuestra cancha de juego, entre nosotras, nosotros. Luego elaboramos una lista de las áreas donde podíamos revisar cuánta desigualdad de género y otros prejuicios juegan un papel en cómo funcionamos como colectivo y de que manera podríamos arribar a algunas soluciones. Formamos grupos pequeños para explorar estas distintas áreas y comenzamos a trabajar.

Durante los siguientes dos años y medio logramos mucho. Revisamos con detalle la forma en que GRAIN está organizado internamente, para identificar prejuicios y, colectivamente, ver cómo enfrentarlos. Si bien éste es un trabajo en proceso, aquí hay algunos ejemplos de los que hemos identificado y aprendido hasta el momento.

Como primera prioridad, mirar hacia dentro: siempre nos ha sido útil examinarnos nosotros, nosotras y a la organización, antes de tomar cualquier acción externa.

  • Descolonizar el idioma: El lenguaje es crucial en cómo nos comunicamos. En GRAIN, estamos dolorosamente conscientes de nuestras limitaciones idiomáticas. Esto comienza por el hecho de usar el inglés como lenguaje vernáculo al interior de nuestro equipo, que queremos que sea diverso. Continúa con nuestro compromiso con el inglés, el francés y el castellano al que por costumbre le decimos “el español” —todos idiomas colonialistas— como los idiomas que usamos sistemáticamente, por su alcance global, para nuestras publicaciones. Asumimos algunas contra medidas para mellarle el filo a estos sesgos: estar conscientes del privilegio de hablar en nuestro idioma nativo propio (hablando lentamente, usando palabras que las personas conocen); asumiendo una actitud proactiva en crear espacios donde el inglés no sea el único idioma; y tener la disposición de traducir nuestras publicaciones a otros idiomas como el hindi, kiSwahili o el bahasa indonesio. También evitamos mucho los términos cono norte/sur, industrializado/en desarrollo, Medio Oriente y así otros, los cuales son terriblemente coloniales e imperialistas. Hasta ahora no hemos encontrado alternativas a adoptar, excepto decir Asia occidental en lugar de Medio Oriente.

  • Cambiar el liderazgo: En nuestras discusiones, llegamos al acuerdo de que la mejor manera de promover el liderazgo juvenil femenino es crear espacios para que ocurra. GRAIN tendrá una transición el próximo año cuando se jubile nuestro coordinador de más de 30 años. En ese proceso, cambiaremos hacia un liderazgo más diverso y colectivo. Esto implica ajustar y profundizar nuestras prácticas de coordinación en GRAIN mediante un enfoque de equipo. Sabemos, por la experiencia en esta área durante veinte años, que el equilibrio de género, la diversidad y la transparencia son claves para que esto funcione bien.

  • “Revisión de equidad” de nuestras políticas y prácticas de personal: GRAIN pasó mucho tiempo revisando cuidadosamente su política de personal y cómo la hemos implementado en las décadas pasadas, para ver si en esto hay sesgos. Esto incluye temas estructurales como salarios y beneficios, pero también temas opcionales cómo cuánto tiempo libre toma cada quien. En este proceso, pudimos consultar a un experto que nos diera una visión externa. Supimos que lo estábamos haciendo bastante bien. Nuestra diferencia de salarios no era mayor al 4% en favor de los hombres. (En este momento es 7% en favor de las mujeres. Estas cosas cambian, por supuesto, pero ahora aprendimos a medirlas y monitorearlas.) Nuestros beneficios no muestran sesgos por edad, geografía o género. Mantenemos un debate sobre nuestras prácticas de contratación: ¿cómo caminamos por encima de esa línea finísima entre discriminación (por ejemplo, querer contratar a cierta persona) y lo justo? Al final, mantuvimos nuestra antigua práctica de no discriminar mientras buscamos firmemente una diversidad y pertinencia. También acordamos incorporar a nuestras revisiones de desempeño del equipo preguntas directas sobre poder y contra la opresión. Como resultado de este ejercicio y de nuestras discusiones más amplias, actualizamos el estatuto del personal de GRAIN, que es nuestro principal documento para establecer los derechos y responsabilidades del equipo. Hicimos lo mismo con nuestro consejo asesor, que nos acompañó en este proceso.

  • Asumir una actitud proactiva: Un importante aprendizaje sobre cómo tratar estos temas es entender que debemos seguir prestándoles atención. Esto requiere proponer, revisar privilegios todo el tiempo, mantener la conversación viva y circulando al interior de GRAIN. Hemos creado en GRAIN un espacio para que las mujeres conversen, compartan y e apoyen unas a otras. Este grupo encabeza al equipo en el seguimiento e impulso de esta labor.

Pasos siguientes

Después de mirar “hacia dentro”, ahora estamos comenzando a mirar “hacia afuera!. Acabamos de terminar una tarea compleja y desafiante: tratar de averiguar cómo cambiar, y si es posible hacerlo, hacia un lenguaje incluyente en cuanto a género en las publicaciones oficiales de GRAIN. Esto es una gran decisión y la hemos tomado con una cuidadosa reflexión. Hemos desarrollado una guía para quienes redacten, editen y traduzcan y comenzaremos a implementar una escritura incluyente de género en los próximos meses. Sabemos que no será perfecta, pero nos comprometemos en cambiar el modo en que expresamos las cosas y así promover la inclusión y la justicia. Esto luego se extenderá también a las imágenes, infografías y vídeos que usamos o producimos.

Otra área en la cual aún queremos desarrollar y compartir capacidades es en la facilitación y conducción de las reuniones, tanto en línea como no en línea, donde entran en juego todo tipo de dinámicas de poder. Nuestra preocupación no es asegurar la participación “formal” de mujeres o grupos de minorías, sino aprender a mejorar la participación y la expresión reales. Para un grupo pequeño como GRAIN, que trabaja internacionalmente, esto nos ayudará a mejorar la toma de decisiones y la construcción colectiva de nuestras acciones.

Tenemos gran disposición de compartir los detalles sobre cualquiera de estos aprendizajes y alguna de las herramientas que hemos desarrollado en el camino, con nuestras amistades y con quienes tejemos alianzas. También nos interesa aprender de otras, otros. Por favor no duden en contactarnos si tienen ideas o preguntas que compartir.
Author: GRAIN