Árboles Buriti en la comunidad de Baixão Fechado en el municipio de Santa Filomena, estado de Piauí. Foto: Daniela Stefano
El Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria de Brasil (INCRA) y una corte estatal determinaron que la administradora de fondos de pensión TIAA y el fondo de dotación de la Universidad de Harvard adquirieron de forma ilegal cientos de miles de hectáreas de tierras agrícolas en la región de El Cerrado en Brasil, una región ecológicamente frágil. Las resoluciones emitidas por esta agencia agraria federal del país y la corte estatal de Bahía están detalladas en un nuevo informe de AATR, Rede Social y GRAIN, que también muestra cómo los incendios arrasan de nuevo grandes áreas de bosques en las fincas de TIAA y de Harvard en Brasil.
TIAA y Harvard son los compradores de tierras extranjeros más grandes en Brasil. Desde 2008 han acumulado, en conjunto, cerca de 750 mil hectáreas, siendo la mayor parte en el Nordeste brasileño, dentro de la biodiversa región de la sabana de El Cerrado. Durante ese periodo, Rede Social, AATR, GRAIN y otras organizaciones han publicado numerosos informes con investigaciones que documentan cómo se conectan los acuerdos de negocios por tierras de TIAA y Harvard en Brasil con el acaparamiento ilegal de tierras, con los desplazamientos violentos de las comunidades rurales locales, con la deforestación y otros daños sociales y ambientales en la región. Rede Social y GRAIN también han publicado informes detallados sobre cómo TIAA y Harvard han usado estructuras corporativas muy poco transparentes, creadas en el extranjero, para encubrir y evadir la legislación brasileña que restringe la propiedad extranjera sobre la tierra agrícola.
Estas preocupaciones fueron presentadas al Instituto Nacional de Colonização e Reforma Agrária (INCRA), agencia federal de Brasil que tiene la tarea de controlar los temas relacionados con tierras rurales. Sin embargo, sólo en fechas recientes tuvimos acceso al documento de resolución sobre los negocios de tierras de TIAA, el que fue publicado por la división de INCRA responsable de la supervisión y control de las adquisiciones de tierras por entidades extranjeras, en mayo de 2019.
La evaluación de INCRA detalla cómo todas las adquisiciones de tierra de TIAA después de 2010 fueron hechas violando las leyes brasileñas que gobiernan la adquisición de tierras agrícolas por entidades extranjeras. Según la visión de INCRA, las compras de tierras de TIAA que fueron realizadas por la compañía brasileña Radar Propiedades Agrícolas y varias otras subsidiarias brasileñas, deben ser consideradas, en su conjunto, como procedentes de un mismo “grupo económico”. Como resultado, el INCRA recomienda que todas las compras de tierras efectuadas a través de las subsidiarias de TIAA desde 2010, que cubren más de 150 mil hectáreas, sean anuladas inmediatamente, y que los títulos de tierras sean considerados nulos y sin efecto.
Además, la división de INCRA coincidió con nuestros hallazgos acerca de que las adquisiciones de tierras de TIAA se basaban en una práctica ilegal, comúnmente usada por los acaparadores de tierras de la región de El Cerrado, que ocupan tierras públicas y luego reclaman el título de manera fraudulenta. El INCRA indicó que esta era una razón más para exigir la anulación de los títulos de tierras de TIAA.

Por desgracia, el INCRA no realizó una evaluación de las adquisiciones de tierras de Harvard, que se llevaron a cabo de manera similar. Sin embargo, el 6 de octubre de 2020, la Corte Estatal de Bahía emitió una orden para impedir el registro de las tierras de una de las adquisiciones más grandes de tierras agrícolas de Harvard en Brasil —un conjunto de 107 mil hectáreas de tierras conocidas como Gleba Campo Largo. La corte también reabrió una investigación sobre las adquisiciones de tierras de Harvard en Campo Largo, basada en evidencia entregada por el fiscal estatal que indica que estas tierras eran tierras públicas que habían sido transferidas ilegalmente a la propiedad privada.

(Crédito: AidEnvironment)

El fondo de dotación de Harvard ha tratado de vender sus propiedades de Caracol Agropecuária y sus otras fincas en Brasil debido a la creciente crítica y la protesta de los estudiantes. Sin poder encontrar un comprador, Harvard decidió, a comienzos de este año, crear una compañía aparte, un fondo de capital privado independiente llamado Solum Partners y atraer como socio al grupo de seguros AIG. Si bien no está claro exactamente qué tierras ahora han sido transferidas a Solum y cuáles quedan todavía bajo la administración de Harvard, la responsabilidad de los incendios y los conflictos por la tierra generados por las compras de tierras agrícolas de Harvard es de la Universidad. Como lo deja claro la resolución de INCRA en el caso de TIAA, bajo la ley brasileña las tierras aún pueden ser consideradas que son controladas por un mismo “grupo económico”.


Para más información, ver el informe completo (solo disponible en ingles y portugués) de ATTR, Rede Social y GRAIN.