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Entrevista a Justus Lavi Mwololo, Secretario General Nacional del Foro de Agricultores de Pequeña Escala de Kenia (KESSFF)

by Zahra Moloo | 24 Feb 2018

 

Hábleme de usted y de los métodos agrícolas con los que trabaja. 

Nací en una granja. En nuestra familia tenemos una larga historia de agricultores. Trabajo la agricultura mixta de cultivo y ganado. Tenemos variedades de banana que tienen casi cien años de antigüedad, así como maíz, judías y otras cosechas que mi madre conservó y que ahora tienen más de 50 años de antigüedad. Conservamos no solo semillas locales, sino también semillas silvestres, ya que forman una parte muy importante del ecosistema y la biodiversidad. 

¿Qué es el Foro de Pequeños Agricultores de Kenia? 

El Foro de Pequeños Agricultores de Kenia es una red comunitaria rural de pequeños agricultores en Kenia. Es parte de una red regional similar más grande de países del Este, Centro y Sur de África. Reunimos a los agricultores de pequeña escala para expresar los problemas que nos afectan, incluyendo las políticas locales y globales y el acceso al mercado. La mayoría de las políticas están diseñadas para salvaguardar a los productores de gran escala y el acceso al mercado de los pequeños agricultores es muy limitado. 

¿Podría hablarnos sobre el impacto de la privatización de la agricultura, específicamente sobre la «Revolución Verde»?

La privatización fue llevada a cabo por los conglomerados industriales de Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia, todos querían abarcar el mercado mundial. Uno de esos mercados es África. La «Revolución Verde» fue promocionada por unas pocas compañías que querían abarcar el sector de la agricultura. Esto se planteaba como si África se hubiera perdido la anterior Revolución Verde, lo cual no es cierto. África no se perdió nada y sabemos que algunas grandes compañías están detrás de ello, compañías como Monsanto o Aventis. Su principal interés es captar y dominar el mercado de las semillas porque lo que ellos introducen son organismos genéticamente modificados. No se trata en absoluto de una revolución verde o de ayudar a África, sino de traer sus propias semillas para poder eliminar las semillas tradicionales existentes en África y que los agricultores de pequeña escala dependamos de ellos por las semillas. 

Exactamente, ¿cómo se volverían dependientes de ellos a causa de las semillas los agricultores a pequeña escala? 

Las semillas genéticamente modificadas están patentadas y son más colonizadoras y dominantes que las semillas tradicionales o autóctonas. Una vez que lleguen, las semillas indígenas se irán sustituyendo por las semillas modificadas. Esto resulta en la pérdida de la biodiversidad que tenemos. Y una vez que eso se pierda, tendremos que ir a por las semillas producidas por las compañías de biotecnología. La ingeniería genética es muy cara, normalmente cobran cánones muy grandes. Para ser capaces de controlar a los seres humanos, solo unas pocas cosas se pueden hacer. Una de ellas es controlar la comida. ¿Y de dónde viene la comida? De las semillas. Las semillas siguen siendo uno de los negocios más grandes del mundo. 

Aquellos que están promocionando la Revolución Verde aseguran que estas aportaciones mejorarán la vida de los agricultores. ¿Hay algo de verdad en eso? 

Las aportaciones de las que estamos hablando son fertilizantes y productos químicos. Estamos preocupados por los fertilizantes, ya que en las áreas en las que los hemos utilizado intensivamente han provocado salinidad en nuestros suelos. Este uso de fertilizantes es perecedero, porque la reparación de los suelos es muy costosa y lleva mucho tiempo. Por ello, los agricultores africanos de pequeña escala están promoviendo la agricultura orgánica. Lo inorgánico es responsable de muchas enfermedades. Estamos proponiendo y haciendo campaña sobre la agroecología, que es un tipo de agricultura respetuosa con los sistemas ecológicos. 

¿Qué retos has experimentado promoviendo este tipo de agricultura? 

El primer reto que tenemos es la difusión de información y la falta de apoyo financiero. Nuestra información no encuentra su espacio en los medios. Luego está el reto de la competitividad con productores híbridos, ya que estos están respaldados con mucho dinero. Descubres que son ellos los que están en los medios, en la radio, en la televisión, en los periódicos. Se oponen mucho a nosotros. Públicamente no lo dirán, pero las acciones que están realizando claramente plasman su oposición. 

¿Hay agricultores de pequeña escala que adopten el sistema de semillas híbridas y la «Revolución Verde»? ¿O hay una resistencia a ellas considerable?  

Muchas personas son conscientes de esto y hoy en día la agricultura se interpreta según los beneficios. Cuando se le dice a la gente que adoptando este tipo de estilo de agricultura van a hacer dinero, se deciden a darle una oportunidad, y después se dan cuenta de que no funciona. Le daré un ejemplo de la India, donde se introdujo a los agricultores el algodón BT (genéticamente modificado). Fracasó: los agricultores se vieron en problemas y muchos de ellos se suicidaron. Se utilizaron muchos trucos y colaboraciones entre grandes corporativos de la India y en los medios. Les dijeron a los agricultores que ganarían una cantidad de dinero nunca vista y al final estos terminaron poniendo fin a sus vidas. 

Los productos químicos utilizados por las semillas comerciales también han llevado a la eliminación de polinizadores (abejas y mariposas, por ejemplo), y la situación es tan crítica que en lugares como Gujarat (India), encuentras gente polinizando los cultivos manualmente, a mano.  Es de locos. Dios nunca creó esos sistemas. Cuando Kenia tuvo el auge del café, se utilizó un herbicida llamado Roundup que fue declarado cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud. Algunas mujeres de los años 60 y 70 que conozco, y que hoy en día son abuelas, padecen numerosos tipos de cáncer.  

¿Cómo funciona la certificación de semillas? 

Las instituciones gubernamentales las certifican. Y esas leyes, que fueron introducidas hace unos 10 años, dicen que los agricultores deben cultivar semillas certificadas, como híbridos, porque darán más rendimiento. No es verdad en realidad: es un truco de comercialización. Los agricultores hemos estado cultivando cosechas durante años. La gente mayor ha producido semillas a lo largo de los años y nadie las ha certificado. Y de hecho, lo que más certifican son las semillas alimentarias. ¿Por qué no van y certifican todas las semillas del bosque? ¿Por qué se centran en las cosechas alimentarias? Porque quieren controlar las cosechas e incrementar sus propios beneficios. 

Hablemos de políticas comerciales. ¿Cómo impacta la Organización Mundial del Comercio (OMC) en los agricultores a pequeña escala? 

En la OMC los productos de los agricultores de pequeña escala compiten por igual en el mercado con los productos de países desarrollados, especialmente de la Unión Europea. La producción agrícola de la UE recibe muchas subvenciones, y estas subvenciones hacen que la producción de los países europeos sea más competitiva: la calidad se vuelve mayor, los costes de producción son menores e incluso reciben subvenciones para la comercialización. De esta manera, cuando entran en el mercado para competir con los productos de agricultores subsaharianos de pequeña escala, los productos de estos pequeños agricultores no son competitivos porque no tienen ninguna subvención que les respalde. 

Y en cuanto a los Acuerdos de Asociación Económica (AAE), ¿cuál es su impacto en los agricultores de pequeña escala? 

Ante los AAE, que se negocian entre la UE y el grupo de países de África, Caribe y Pacífico (ACP), los agricultores de pequeña escala nos encontramos en desventaja si intentamos comercializar nuestra producción en Europa. Estamos incluso preocupados, pues desde que algunos países han firmado ciertos AAE, cuando estos productos baratos de Europa empiecen a circular por el mercado de África, el producto africano será eliminado. 

¿Puede darnos un ejemplo para ilustrar cómo ocurre esto? 

Les hablaré del caso de la carne y la leche en la UE. Por ejemplo, la leche y la carne de Dinamarca. En el caso de África, específicamente en los supermercados de Nairobi, vas a comprarla y te encuentras con que se ha empaquetado en conserva, en un buen envase, y se ha etiquetado apropiadamente. Se ha cocinado. Ha venido desde Europa hasta África. Y cuando comparas el precio de la ternera que viene de Europa con la nuestra de Nairobi, y la nuestra la compras en una carnicería, a esta no se le ha añadido valor como a la que traen de Europa. Tienes que comprarla cruda, lavarla, cocinarla. Así que al final la nuestra se vuelve no competitiva en nuestro propio mercado doméstico. Los costes de producción de la ternera desde la vaca europea hasta el matadero, el empaquetado, etc, todo este proceso está subvencionado por la Unión Europea. La nuestra no tiene ningún tipo de apoyo, los agricultores tienen que pagar de su propio bolsillo. 

Kenia produce leche. ¿Existe un problema también con la leche? 

La leche que viene de Dinamarca, una vez que empieza a circular en África, en Kenia en particular (considerando que Kenia es la mayor productora de productos lácteos de la región), da lugar a que nuestros agricultores de pequeña escala que dependen de la agricultura diaria pierdan su mercado. Se traduce en desempleo, pérdida de calidad de vida de las familias que dependen de los lácteos y pérdida de ingresos públicos en nuestros países. 

¿Por qué se están negociando estos acuerdos de una manera no beneficiosa para los agricultores africanos? ¿Hay un contexto histórico para este problema? 

Estos acuerdos son un asunto de a ver quién es más fuerte. Desafortunadamente, nuestros negociadores en los países ACP no son tan fuertes como sus compañeros de la UE. Las sesiones de negociación en Bruselas pueden extenderse durante días: hay muchas sesiones y cada sesión necesita varias personas para negociar. Un país en África cuenta solo con dos o tres negociadores y hay unas veinte sesiones en marcha. Una vez que esas sesiones empiezan, no paran. Nuestros negociadores principales firman acuerdos en cuyas negociaciones ni siquiera han participado. Además, se utilizan muchos trucos. Recientemente, Kenia fue presionada para firmar el AAE, lo cual es de locos, porque los europeos no han sido capaces de conseguir ciertas preferencias en la OMC, así que lo que no consiguieron con la OMC, lo están intentando obtener bajo el AAE. 

¿Cómo por ejemplo? 

Como este asunto de negociar las subvenciones en la OMC. La OMC es mundial y hay muchos países como la India y China que han estado presionando para que se retiren las subvenciones agrícolas. A los europeos les pareció más fácil introducir este asunto en las negociaciones del AAE porque allí la mayoría de los integrantes son países en desarrollo y muy pocos están desarrollados. A los países menos desarrollados se les puede liar para que otros puedan obtener lo que no pudieron obtener de la OMC. 

¿Por qué Kenia firmó el AAE y Tanzania y Nigeria han evitado firmarlo? 

Las negociaciones del AAE se hacen por bloques. Kenia se encuentra en el bloque de la Comunidad Africana Oriental (CAO). En la CAO, se supone que Kenia es un país desarrollado o en desarrollo. Los otros cuatro (Uganda, Tanzania, Ruanda y  Burundi) son menos desarrollados. En las negociaciones del AAE hay una cláusula conocida como EBA (del inglés «Everything But Arms», literalmente «todo excepto armas»). En esta cláusula, a los países menos desarrollados se les permite exportar de todo menos armas. A Kenia, siendo un país más desarrollado que los otros (y esta es una medida proporcionada por el Banco Mundial), se le restringe.  

Se utilizó también otro truco. Kenia exporta muchas flores y productos de horticultura a Europa. Las negociaciones habían estado activas durante mucho tiempo y no llevaban a ningún lado. Nuestros negociadores se mantenían firmes, pero entonces la UE le dio a Kenia un plazo para firmar el AAE, de lo contrario la producción hortícola keniana haría frente a tarifas en Europa. Entre esos productos que van a parar a Europa están las flores kenianas. El Consejo de Flores de Kenia (KFC, por sus siglas en inglés), que es responsable de la exportación de flores a Europa, presionó mucho a los gobiernos porque la mayoría de los floricultores son europeos, su interés serviría a sus países en lugar de a Kenia. Así que Kenia tuvo que ceder y firmar el AAE, a pesar del hecho de que en el AAE, siendo las negociaciones en bloque, un país no puede firmar solo. Se supone que el AAE apoya el desarrollo y la integración, pero han dividido a la Comunidad Africana Oriental. Una cláusula en el AAE afirma que «ninguna de las partes debe quedarse peor de lo que estaba». Así que hay contradicciones, y a la UE se le da muy bien crear estas contradicciones.  Están dejando a Kenia y a la CAO peor de lo que estaban. 

Comprender el Acuerdo de Asociación Económica

    • El Acuerdo de Asociación Económica (AAE) permite el acceso libre de impuestos de los bienes de la Comunidad Africana Oriental al mercado europeo. Mientras Kenia ha estado preparada para firmar el AAE con la Unión Europea, Tanzania y Uganda se han mostrado indecisas.

    • Tanzania no se ha decidido a firmar el trato, alegando que fulminará las industrias locales.

    • No obstante, tanto Uganda como Tanzania están clasificadas como menos desarrolladas, eximiéndolas así de pagar impuestos de acceso a los mercados europeos.

    • Kenia no está clasificada como menos desarrollada, y por ello su única oportunidad de acceder al mercado de la UE libre de impuestos es a través de un AAE colectivo firmado por la región.

Fuente: The Daily Nation (en inglés)

Para más información:

 

Author: Zahra Moloo
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  • [1] https://www.nation.co.ke/business/seedsofgold/How-world-agro-trade-policies-affect-you/2301238-4238880-wrd89i/index.html
  • [2] https://www.grain.org/e/5868
  • [3] https://www.grain.org/e/5795
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