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Editorial

by Biodiversidad | 20 May 2014

Veinte años. Fecha mítica que la memoria vuelve y vuelve a invocar. Con este número 80, Biodiversidad, sustento y culturas cumple tal ciclo: veinte años de ir tejiendo o sembrando, de ir armando o construyendo, de articular, limpiar y cosechar el trabajo continuado y la puesta en común de voluntades y miradas, de palabras prontas o repensadas que desde los rincones van figurando un mosaico, una trama común, tan latinoamericana. Somos una nube que agolpa muchas nubes, un rompecabezas que nunca se completa, que sigue agregue y agregue de lo que la gente resalta, invoca, indaga y articula para que sean escuchadas las voces olvidadas, las historias no contadas o a la mala borradas, las visiones acalladas.

A la memoria de Andrés Carrasco nuestro entrañable colega, cómplice, amigo. Hermano de la vida que buscó siempre la rendija, para abrir a manotazos un más allá de las convenciones, las disposiciones y reglamentos y así asomarnos al misterio, tratando de entender. Eso lo enemistó con el poder de la ciencia y con el poder a secas. Y respondón como era nunca dejó de hacer o decir lo que le pareció urgente hacer o decir.

“Como pensador, Andrés hizo fuertes críticas al camino que está tomando la ciencia y la investigación científica, que lejos de propiciar el pensamiento crítico, está cada vez más al servicio del capital”, escribió Elizabeth Bravo con motivo de su fallecimiento.

Vaya esta Biodiversidad con Andrés, sabiendo que su presencia es ya parte de nuestra mirada y nuestro corazón, para siempre.

Palmo a palmo, pisada a pisada, las historias y relatos que han ido confluyendo en las páginas de la revista (y el impulso de hacerla posible con la Alianza Biodiversidad, ese colectivo desde donde nos nutrimos), nos hablan de un enorme esfuerzo de confluencia, de confianza, de reconocimiento mutuo y asombros compartidos. En el camino andamos dijo el arriero, y así nosotros, que en ocasiones hemos pisado mal, o que de plano nos equivocamos, o caímos en contradicciones terribles. Y seguramente lo seguiremos haciendo, porque todas y todos estamos incompletos siempre, y sólo en la comunidad podemos hallar la plenitud ausente.

Anudamos así el tejido de lo que somos como comunidad que junta comunidades, como herramienta para reunir experiencias y diseminarlas, para abrir las rendijas pertinentes y asomarnos a más veredas y senderos y rincones. Nuestra labor creativa y nuestro desafío es vincularnos: abrir los espacios para pensar juntos. Asomarnos a la cotidianidad más chiquitita y recóndita al tiempo de entrever con asombro el panorama completo de cómo funciona el capitalismo realmente existente y su manera de atacar; o atisbar las entretelas más detalladas de las luchas de resistencia de los pueblos.

Acunamos en nuestras manos lo que la gente y las comunidades nos van narrando, lo que insisten que es importante y crucial recuperar para que el presente tenga sentido (por el futuro, claro): pero el futuro es ese presente reiterado confianza a confianza, justicia a justicia, liberación a liberación, negación a negación, transformación a transformación, enamoramiento a enamoramiento, reivindicación a reivindicacion.

Tras veinte años seguimos empeñados en acercarnos a comunidades, organizaciones y personas que directamente buscan entender con otros y otras lo que ocurre. Queremos llegar directamente al corazón de las comunidades para que de primera mano nos encontremos en un lugar común. Celebramos los veinte para seguir caminando junto a los pueblos.

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Author: Biodiversidad