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Entrevista al dirigente indígena colombiano Lorenzo Muelas Hurtado

by Oswaldo Braga de Souza / Instituto Socioambiental | 18 Apr 2006

Entrevista al dirigente indígena colombiano Lorenzo Muelas Hurtado  

 Por Oswaldo Braga de Souza/ Instituto Socioambiental(*)  
 
 Lorenzo Muelas Hurtado es integrante del pueblo Guambiano. A los 68 años, ya se ha desempeñado como gobernador, senador y diputado constituyente en Colombia. Estando en la octava Reunión de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica de Naciones Unidas, realizada en Curitiba, Brasil, Muelas Hurtado participó de las discusiones del grupo de trabajo sobre Diversidad Agrícola, principalmente en lo relacionado con el debate sobre las tecnologías genéticas con restricción de uso (GURTS, por sus siglas en inglés).  
 
 — ¿Porqué rechaza las investigaciones en materia de GURTS?

—Porque la tecnología de GURTS fue desarrollada, entre otras cosas, para obligarnos a comprar más y más semillas a los abastecedores. Las semillas Terminator amenazan nuestra identidad cultural; fueron creadas para esclavizarnos. Para nosotros, los guambianos, las semillas no sirven solamente para nuestro sustento, para nuestra alimentación y para nuestro vestir. Ellas tienen un papel importante en la comunicación con nuestros antepasados y con el mundo espiritual. Tienen un valor simbólico importante, como ofrenda para los espíritus que están en los alto de las montañas y en los lagos.

— ¿Pero tú no crees que las semillas geneticamente modificadas pueden significar una buena alternativa económica si las variedades tradicionales son igualmente preservadas?

—Nuestras semillas ya están suficientemente testeadas por millares de años, de innovaciones y experiencias. Si quieren considerar la cuestión apenas desde el punto de vista económico, puedo garantizar que nuestras semillas son muy buenas y resistentes. Pero este tipo de visión es para capitalistas y nuestras semillas no pueden ser reducidas apenas a un bien económico.
 
— ¿Cuál es su expectativa en relación a las negociaciones de la COP-8?

—El Convenio de Diversidad Biológica no fue creado por una necesidad de las poblaciones indígenas, sino por los gobiernos y las empresas multinacionales de la biotecnología. Esas negociaciones nos generan preocupación y temor, nos incomodan. Creo que las determinaciones tomadas en la COP no sirven para proteger y garantizar los derechos de las poblaciones indígenas. No esperamos nada bueno de la COP. Aquí están ciegos, sordos y mudos para nuestros problemas y nuestros derechos.
 
 —¿Cuál es la solución entonces para proteger los recursos biológicos y los conocimientos asociados a la biodiversidad de las poblaciones tradicionales?

—La solución es la de articularnos en una movilización masiva de los pueblos indígenas, una gran organización a nivel internacional que pueda llevar adelante nuestra lucha.

*Entrevista realizada por ISA _ Instituto Socioambiental. www.socioambiental.org
Traducción y edición: Sebastián Valdomir/REDES – AT

— ¿Cómo evalúa la actuación del Foro Internacional Indígena para la Biodiversidad (FIIB), el órgano auxiliar oficial del secretariado del Convenio de Diversidad Biológica?

—No creo que el FIIB esté teniendo una actuación correcta. Ellos trabajan en la perspectiva de que el CDB va a conseguir implementar mecanismos para una repartición justa y equitativa de los beneficios. No creo que eso vaya a suceder.

— ¿Usted cree que los delegados indígenas deberían retirarse de la COP-8? ¿Eso podría ser un arma política eficiente?

—Algunos indígenas creen en esa repartición justa y equitativa de los benefícios. Ellos están pensando en dinero. Ni siquiera deberían estar aquí. Los representantes de los pueblos indígenas deberían estar luchando contra la venta de sus recursos. Nuestra lucha es en defensa de nuestra dignidad. Estamos en América hace millares de años luchando por ella.

— ¿Usted no cree posible instituir un sistema internacional de repartición justa de los beneficios de la biodiversidad?

—Los colonizadores de América fueron responsables del saqueo del continente. Ellos nos hicieron pobres, y no éramos pobres. Hoy, las grandes multinacionales quieren llevarse los últimos recursos. Nunca van a querer dividir de forma justa, sino que van a querer arrebatarnos al máximo, nuestras aguas, nuestras tierras, nuestros recursos biológicos e incluso nuestra sangre. Eso fue todo lo que nuestros antepasados nos dejaron y es aquello que debemos dejar para nuestros hijos e hijas. Ese es nuestro legado.

— ¿Usted cree que los recursos y los conocimientos de los pueblos indígenas pueden ser comercializados?

—Nuestra lucha tiene que ser para mantenerlos en sus sitios originales. Nuestros sabios saben que no somos los dueños de nuestras tierras y de nuestros recursos: somos sus administradores. Y los dioses nos orientan sobre como usarlos. También precisamos siempre retribuirlos con el fruto de esas tierras y de esos recursos. Así ellos continuarán bendiciéndonos.

— ¿Cuál sería la alternativa a un régimen internacional de acceso a los recursos genéticos y de repartición de los beneficios?

—Tenemos dos culturas: la occidental y nuestra cultura tradicional. Concordamos que debería existir intercambio entre ellas. La cultura tradicional también desarrolla ciencia y debe ser utilizada por la ciencia occidental para el desarrollo de tecnología. Pero eso no debe estar al servicio de las grandes empresas multinacionales de la biotecnología. Esto debe ser hecho con cuidado, con celo, involucrando personas honestas, personas dignas, y no a mentirosos. Nosotros mismos, los pueblos indígenas, nos hemos apropiado de la tecnología occidental para nuestro provecho: estamos usando computadoras y correo electrónico para organizarnos, por ejemplo. Eso es una cosa positiva.

— ¿En líneas generales, cómo es la legislación colombiana sobre el asunto? ¿Los pueblos indígenas colombianos están satisfechos con ella?

—Colombia ratificó el CDB. La Constitución colombiana reproduce varias disposiciones del CDB. Este además es muy amplio: trata desde microorganismos hasta material extraído de seres humanos, como la sangre. No estamos satisfechos con eso. Hemos denunciado las consecuencias de eso, porque la legislación liberalizó el acceso a nuestros recursos y conocimientos. Un investigador con la ley en sus manos tiene acceso libre a nuestros territorios y nuestros recursos. Somos contrarios a este libre acceso para la bioprospección, la investigación biológica con fines comerciales. Ellos vendrán de cualquier manera, incluso a la fuerza, y queremos intentar impedir eso.

— ¿Existen muchos casos de robo de conocimientos y recursos de los pueblos indígenas en Colombia?

—En 1992, luego de 500 años de la llegada de los colonizadores, por ejemplo, científicos colombianos fueron hasta muchas aldeas afirmando que irían a curar o a investigar problemas de salud. Extrajeron sangre de varias personas afirmando que irían a realizar análisis para curar estas dolencias. Cuando nos dimos cuenta, el material ya estaba en laboratorios de genética en Estados Unidos. Cuando fui senador, luché para repatriar el material, pero hasta el día de hoy no conseguimos concretarlo.
 

Author: Oswaldo Braga de Souza / Instituto Socioambiental